Al día siguiente tras lo de Portrush, me tocaba jugar en el que es conocido como el mejor links del mundo, el mejor campo del mundo fuera de EEUU, el increíble Royal County Down.
Royal County Down es como una bella mujer, que quiere destrozarte el corazón. Le quieres dar lo mejor de ti mismo, pero ella no lo acepta, y te convierte en su juguete. Tú llevas preparándote para este momento tanto tiempo, y por fin, cuando lo tienes delante, no eres capaz de dar un buen golpe. Los nervios del momento son tantos que no me dejaron sacar mi mejor golf. Algo parecido me pasó en el Old, en el que tuve una crisis de sockets increíbles, y que si no es por el espíritu de Tom Morris, no hubiera podido sacar una buena vuelta. Pero en este caso, a pesar de que este campo está diseñado por el Viejo Tom, el Custodio de los Links, aquí no pude bajar de 90
Pero en fin, llegué a la maravillosa Casa Club, con un jardín hípercuidado. Me acerqué a caddie Master y allí se me presentó y me dió la bienvenida al Club, pues alguien con corbata que no entendí quién era, pero que debía ser pariente cercano de Bobby Jones por lo menos. Después de gastarme mis libras en la Casa Club comprando recuerdillos, pregunté por si había llegado mi compi español D. Javier Arrieta, forero galáctico y que tuvo a bien venir a jugar conmigo.
Y allí estaba él. Nos saludamos, cogimos nuestras bolsas, y cuando nos preparábamos para jugar se me presentó mi caddie. Mosquis! Cuando hice la reserva en noviembre, puse que quería un caddie, pero ahora, después de mis viajes por el mundo, no me venía bien gastarme tanta pasta, pero claro...ya que el hombre había venido, pues nada, a jugar con caddie.
D. Javier me dijo que, y dado que RCD tiene tantos hoyos ciegos, nos iba a venir bien, pero yo creo que nos aceleró a los dos, y que no nos dejó jugar a gusto. En fin...Cuidado, que no pongo ningún pero a su trabajo, pero quizá hubiéramos ido mejor nosotros a nuestro aire.
En fin, primera sorpresa: RCD no tiene cancha de prácticas. Tuvimos que calentar dando bolas contra unas redes. Que curioso verdad?
Bueno una vez preparados, le dije a Javier, que me había traido el swing, y después de haber visto en la Casa Club que un golfista se había cascado un 74 en el año 1800, pues yo no iba a ser menos jejeje
Así que nos pusimos a jugar, y a pesar de una buena salida, y buenos golpes, este campo te castiga. Te castiga demasiado incluso. Algún buen golpe de Javier, fue castigado recorriendo la bola todo el green y escapando por el fondo, y os aseguro que si no cogías green, la recuperación era prácticamente imposible.
Y nada a cada hoyo que iba pasando más me iba gustando el campo, pero entre los nervios, y los doblatas que iba coleccionando, me fui desesperando. Empecé a pegar ganchos con el driver, y ya no hubo manera de jugar bien. Y el caddie, que nos llevaba acelerados, pues nada, no era posible entrar en juego. Pero el campo, impresionante. Había hoyos ciegos, pero caminar entre las dunas gigantes y llenas de gorse...ufff que preciosidad.
No fui capaz de hacer ningún birdie al campo, y bueno según pasa el tiempo, al igual que esa bella mujer, me ha dejado el rastro de su perfume y me ha atrapado. Quiero volver a este campo, cuanto más pasa el tiempo, más me gusta, según voy olvidando las malas sensaciones de juego, más ganas tengo de volver, pero necesito jugarlo al menos dos veces para darle lo mejor que tengo.
Le pregunté a mi caddie que cual era el record del campo, y me dijo que en realidad había habido tantas modificaciones, que no se puede decir que haya un resultado fijo, pero que vamos, llegó Tiger al campo, y se marcó un 64
Mirad mi foto favorita:
Y nada así acabamos la partida el gran Javier Arrieta y yo, y a las duchas que nos fuimos. Después una buena pinta, y un sandwich cortesía de Javi (macho te debo una cuando te pases por Spain) se acabó mi experiencia en el mejor links del mundo.
Y bueno, en cuanto a los vestuarios, pues los típicos de madera y moqueta, también llenos de fotos de todos los jugones que han pasado por allí. Otra vez, una Casa Club que más parecía un museo que Casa Club y en fin, que ojalá pudieramos tener esto en España.
Mi sensación es que es un campazo. Tiene un no se qué que qué se yo, pero no lo he podido disfrutar del todo, no me acompañó el juego y todo fue muy rápido, pero mira, ya tengo excusa para repetir
La verdad es que jugar en un links, es distinto absolutamente a lo que jugamos aquí. Es otro golf. Cuando estábamos tomando la pinta, estuvimos viendo a unos chavales entrenar los aproachs en el 18, y os aseguro que los chavales tenían pinta de jugar al golf en algún equipo, es decir, que matracos no eran. Pues bien, desde la zona de escape del 18, es que era imposible dejarla cerca!
Mucho castigo alrededor del green. Es que perderlo era doblata asegurado. Los greenes rapidísimos te generaban una inseguridad brutal, al igual que en Portrush, si tu bola botaba en bandera te aseguro que se recorría todo el green, y acabas al lado de un gorse, en una zona imposible, que es que era doblata asegurado. Tengo la sensación de que en vez de escuchar al campo, en vez de darle lo que quería de mí, lo que me pedía, le traté de imponer mi juego, y claro, me destrozó
A ver que nos cuenta D. Javier!