He usado el buscador y he encontrado historias aterradoras sobre víboras en Port Aventura, caracoles que se suben a pelotas, animales de madriguera y avispas asesinas. Esto no va por ahí y no sé si es más duda o batallita, o habrá que crear un apartado llamado "Momento Benny Hill"...
Hoyo 13 de Augusta-Calatayud, golpe bastante lejano a green en el que me quedo corto, por unos 20 metros pero en calle. Vamos acercándonos con el buggy y vemos lo que primero nos parece una comadreja que corretea por la calle, luego dudados y pensamos que es un zorillo,y finalmente vemos que es un perro... de esos tipo rata, feo, muy feo.
Cuando todavía estamos como a unos 100 el perraco se acerca a mi bola, una Inesys de color naranja, vaya mal gusto que tiene el animal. Y yo también

La muerde y se la lleva entre sus fauces, diminutas eso sí

Como un acto reflejo, violando varias normas de etiqueta y seguro que alguna de las otras, emprendemos la persecución del perrico, que huye cobarde con la bola en la boca. No había nadie para vernos, menos mal, menudo bochorno.
El can reacciona rápido, pasa por encima del green quiebra ágil y sale por un lateral, se para, nos mira y suelta la bola como a unos 10 m del green, en el rough lateral, en un sitio bastante malo por cierto. Nos vuelve a mirar y sale del campo ufanamente.
Jugué la bola donde le dejó el ser canino, por aquello de jugarla donde reposaba. ¿está bien hecho así? ¿o debiera haber considerado una situación anormal y haber hecho otra cosa?

Tengo también la duda de qué debiera haber hecho si el perro no hubiera soltado la bola y no la hubiéramos recuperado. Entiendo que sería una bola perdida.
qué cosas nos pasan
