Pollos todos:
Empiezo por declarar que absolutamente todo lo que voy a contar es cierto, y que sé que tanto Juanvi como Ratpenat van a intentar sembrar la duda ante mi testimonio. Juro que es cierto, y si no que se mueran los dos supraescritos ahora mismo.
Los valencianos, de carácter abierto y festivalero, gustamos de las reuniones y algunos foreros nos hemos citado hoy en un pichanpú al ojeto de jugar un rato, comer y reirnos.
Me he vuelto a encontrar con Caren y he tenido el placer de conocer al Tigre y Watchman. También he tenido el... esto, quiero decir que también he conocido a Ratpenat y Juanvi.
Para hacerlo breve diré que me ha tocado compartir la partida con éstos dos últimos sujetos o, más exactamente, bultos sospechosos. De Juanvi ya sospechaba que alguna tara tenía (vi en el foro unas fotos jugando a golf en la nieve hace poco) pero lo de Ratpenat raya en lo imposible, así que concluyo que debe tratarse del eslabón perdido de la evolución o, en su defecto, un holograma.
Pues bien, sin consultar conmigo lo más mínimo han (o ha) decidido que jugábamos medal y scratch. Por mi estupendo, pues poco tengo que demostrar, lo normal es que palme como un campeón y al corral por manso. Pero claro, parece ser que a los dos pollos que han jugado conmigo (y digo bien, 'jugado' conmigo) ya no les viene bien perder con alguien con jandicarl recien sacado. Su orgullo golfístico quedaría indeleblemente marcado con el estigma de la derrota pollosa.
Además de ésto, sospecho que pensaban que el DON era un invento para hacer risas, y que me iban a pasar por la piedra en dos hoyos... y nada más lejos de la realidad, para su desgracia.
En fin, que hemos empezado a jugar y en el hoyo tres Juanvi llevaba un golpe menos que yo y Ratpenat dos. He empezado con un doble bogey y dos bogeys para un total de 13 golpes.
En el hoyo 4 me casco el primer y único birdie de la partida. Si, el único. Los dos fenómenos del golf, curtidos en mil batallas, conocedores de los secretos de mil campos, competidores de torneos federativos con premios y sin ellos, miembros de selectos grupúsculos golfísticos, poseedores de tarjetas acreditativas y muchas cosas más.... no han tenido cojones de hacer un birdie en 18 hoyos. Y yo, pollo de mí, sí. Ah, se siente.
Pero no contento con ésto, me casco tres pares seguidos en los hoyos 5, 6 y 7. En ese momento, y tras varias miradas de incredulidad entre ellos (sí, os he visto, pájaros), Ratpenat ha decidido sentarse a ver cuantos golpes llevaba cada uno.
A partir de ahí han comentado, EXPLICITAMENTE y en voz alta, que era hora de hacerme la guerra psicológica. Y, para que conste, en cada hoyo iban contando cuántos golpes iban debajo o arriba de mi. Sinceramente, me he sentido importante, aunque he pensado que era realmente patético que intentasen dar sentido a su vida ésta mañana ganando a un pobre pollo inexperto. No sé, supongo que si con el tiempo que llevan ellos jugando lo hago yo al mismo nivel probablemente actuase de la misma manera. O eso o el suicidio.
Veamos unos ejemplos de guerra psicológica:
1. Cuchicheos a mis espaldas cuando iba a salir del tee.
2. Comentarios acerca de si me quedaban muy largos los putts (justo antes de tirarlos, claro)
3. Caigo en bunker y me comenta Juanvi que 'es una lástima, sin un 60º de ahí es muy jodido sacarla'. La lástima para él, porque SI llevaba un 60º y la he sacado.
4. Antes de llegar a un hoyo con obstáculo de agua, comentarme que ahí era donde iba a perder mi ventaja.
5. Ratpenat quiere apuntarme un golpe de más en un hoyo.
6. Y más cosas que no recuerdo pero que sin duda recordaré...
Por cierto, Ratpenat se ha dedicado a actuar como caddy de Juanvi, cantándole continuamente cuantos golpes le llevaba yo de ventaja. Supongo que el segundo habría acordado un precio con el primero por ejercer tal labor, mayormente y dada su más que evidente complicidad, en carne.
Pero lo que me ha parecido realmente sangrante ha sido el juego del hoyo 17 por parte del 'dúo dinámico'. Sinceramente, he flipao. Os cuento:
En el tee del 17 llevaba 3 golpes de ventaja a Juanvi. 103 metros a bandera, green de unos 10 metros de ancho rodeado por agua a izquierda, derecha y fondo. Los dos pollos no hacían más que hacer cuentas de cómo enjugar la ventaja (como habréis notado, jugaban los dos contra mí como formando un solo ser) y deciden que van a asegurar.
Pues bien, llega el pollo de Juanvi y tira un hierro por bajo sin fuerza alguna, rodando la bola, a mitad de distancia entre el tee de salida y la bandera.
Y le toca salir a Ratpenat, que realiza la misma operación: bola rasa, rodando, sin fuerza, amariconada perdida... al centro de la calle.
Lo de Juanvi... pues aunque me ha parecido lamentable, puedo llegar a entenderlo: asegura para intentar remontarme; Pero es que Ratpenat me sacaba OCHO GOLPES de ventaja... ¿qué intentaba, descojonarse? ¿Acaso tenía miedo de que le remontase ocho golpes en dos hoyos? Absolutamente patético. Triste. Tristísimo. Tristérrimo.
Jugadores con años de experiencia arrastrándo su imagen por el fango ante un pollo total como yo, ejecutando golpes de cobardía extrema. Siempre intento aprender de los demás, pero de éstos dos he tenido miedo de hacerlo.
En fin, como no podía ser de otro modo, prefiero caer al agua tirando a bandera que comportarme como un gusano. Y eso he hecho, tirarla al agua... dos veces.
(Por cierto: voy a pasar de comentar la interpretación de la regla 26.1 por parte de Ratpenat porque no quiero hacer sangre... pero tela marinera).
Y más de uno se preguntará: Tras la cobardía y el aseguramiento de los pollos Juanvi y Ratpenat, y tus dos 'aguas', ¿cómo ha quedado el resultado del hoyo? Pues servidora 7 golpes, y los que iban a 'asegurar' han acabado con doble bogey, es decir, 5 golpes. RIDICULO TOTAL.
Y en el último hoyo Juanvi ha embocado un chirsp para ganarme de uno. Me ha sorprendido que no se diesen un abrazo seguido de beso con lengua y magreo.
Je sui desolee.
Juanvi, Ratpenat... ¡SOIS MALOS DE COJONES!
