Lo mío ha sido un trabajo fino...
Empecé con mensajes directos al subconsciente. Le decía cosas como que maravilla esos señores que disfrutan de algo juntos y en pareja. No me extraña que hayan llegado a los 50 años de casados. Mira cariño, esos se han apuntado a baile, esos otros hacen tenis... Así día tras día.
Después, le dije que para mi era religión jugar 1 día a la semana al golf. O el sábado o el domingo. Y que ya puede ser el apocalipsis, pero yo no me pierdo mi partido. Ni con hijos ni sin hijos, ni bodas, ni bautizos. De 7 días que tiene la semana 1 y sólo 1 es para mí.
Claro, ese sería un buen momento para que tú aprovecharas a hacer tus compras, cariño. Así que ella me contestó lógicamente, que a ella no le gustaba ir sola de compras. A lo que le contesté que a mi tampoco me gusta jugar al golf sólo pero que como es lo que más me gusta hacer, lo hago igualmente, aunque sería genial poder compartir ese rato con mi pareja.
Fijaros, que en este momento, ya he conseguido no ir de compras nunca por contraposición con el golf. Si ella no viene conmigo, no tiene fuerza moral para pedirme que yo le acompañe a ella...
No tardó ni 2 segundos en decir que élla podría probar. Y yo tipo Cuca diciendo que no, que es muy dificil y que no le iba a gustar. Y ella que sí. Y yo que no. Probó y le dije, ves? Es muy dificil. Y ella dijo pues yo hasta que no consigo lo que me propongo no paro (y yo pues eso, no pares

)
Así que poco a poco, iba a dar bolas, y llegó un momento, que le dije: yo no te puedo ayudar apúntate a clase. Y me dijo pero te apuntas conmigo? A lo que contesté que por ella haría lo que fuese necesario.
Así que mientras vamos a clase y en espera de que se saque el handi, los sábados nos vamos a algún centro comercial a ver alguna cosita, y los domingos yo me voy a jugar al golf a cualquier hora del día, y ella me acompaña
Por cierto: Mi objetivo: Familia Robin. Que guay jugar al golf en familia!
