El primero que tuve fue un Ping Craze - E sin hosel (la varilla va directamente incrustada en la cabeza, en el centro), después de una temporada pensé que era poco glamouroso y me gasté unas buenas pelas en un rife Aruba con hosel tipo "plumbers neck" que no me duró en la bolsa ni 3 rondas, no conseguí sentirme cómodo con él. Para salir del paso me compré un Odissey two ball igual que el Ping, sin hosel y "centershafted". Me sentía cómodo con él, pero las rondas de más de 40 putts no desaparecían.
Un día vi una preciosidad en una foto en internet de un tío que se dedicaba a restaurar putters. Era un bullseye "La Femme", con hosel recto un poco desplazado hacia el talón. Es el putter que más me duró y con el que más cómodo me sentí. Gracias a él y a Take conseguí bajar de la media de 40 putts por vuelta


Hace unas semanas compré otro putter a un forero que tiene el hosel todavía más retrasado que el Bullseye, sale directamente del extremo del talón. Pues bien, la sensación es fantástica, me siento muy seguro con él y muy rara vez tripateo.
Es curioso, pero parece ser que cuanto más al talón está el hosel mejores sensaciones tengo al puttear. Tanto es así que ayer vi un putter en el que el hosel sale por detrás del talón, de la parte vertical y se va curvando hacia arriba para unirse a la varilla.
La pregunta es: ¿Le dáis a la cabeza del putter toda la importancia y desecháis otras variables como el tipo y posición del hosel o también lo tenéis en cuenta a la hora de comprar un putter nuevo?
La leche... vaya rollo...sorry...