hoy necesito contar lo que me ha pasado porque cada poco tiempo mi capacidad de asombro aumenta, y cuando pensaba que nunca vería algo peor, va y me topo con una situación aún más sangrante.

Yo no voy a decir que soy de los que siempre reponen chuletas, arreglan los piques y rastrillan los bunkers. Y no lo soy porque soy humano, y estoy seguro de que alguna vez me habré podido despistar.


Pero lo increible me ha sucedido hoy en la zona de aproach de cierto club. Un personaje se dedicaba a hacer aproach por alto al otro extremo del green, sin importarle nada las otras tres personas que estabamos intentando chipear. Como la zona más plana era el propio antegreen allí estuvo el personaje (con dos tubos de bolas él solito) como buen carnicero, despachando chuletas por el green acompañado de la música que sonaba en la radio de su buggie, aparcado a medio metro.
(El club es mio, que para eso pago)

Bueno, pues si siempre creí que no cuesta demasiado reponer las chuletas en el campo de prácticas, qué decir de alguien que se marchó dejando una parte del green llena de terrones e hierbas y la parte opuesta llena de piques (al estar blandito con la escarcha matinal cada bola alta dejaba una pique de la leche).
Como dice la canción "...y que más da, sin son cosas de la edad..."
En un momento dado al pasar yo por cerca, retiré unas tres o cuatro chuletas para poder chipear y de paso para que se diese cuenta. Después de observarme apartó con el palo una, pero con desgana y siguió a lo suyo.

Yo no le dije nada, la verdad, por dos motivos:

1º. Yo no tengo que andar educando a nadie y menos a personas de sesenta o casi. Se supone que sus padres algo se lo habrán currado, ¿no?

2º. Si yo le comento algo y aún tiene más que decir, sería muy probable que la cosa no acabase civilizadamente (mi situación ultimamente no es de paciencia y resignación, sino de "no me toques los huevos que te estampo una ostia").

Y por todo eso, estoy aquí, desahogándome!!!




