Como sabeis desde enero he dejado casi de jugar y entrenar por temas laborales, y mi juego se resintió bastante, además de mi moral sobre todo por algunas crisis de socket. Así que desde hace un mes, el trabajo me dio un respiro y decidí retomar los entrenos y planificar un nuevo asalto al swing con un profe que me había dado muy buenas sensaciones... David de JFGA Illescas.
Cuando empecé hace ya dos años y medio, mi swing como el de todos los principiantes era un horror y mi fallo era el hook salvaje, compensaba mis errores con la facilidad que tenía para mandarla lejos y para poner la bola en el aire, con esto me puse en manos de mi profe de toda la vida y de Enzo de JFGA y me enseñaron a ir por el plano y a cuadrar la cara del palo, con eso conseguí en un año bajar a hcp 21 y defenderme en el campo, lo que pasa es que pase del hook al fade o al slice sobre todo con los palos largos, pero a base de seguir trabajando sobre todo el cambio de pesos llegué a hacer mi mejor resultado en 9 hoyos... el par del campo, y además conseguí bajar de vez en cuando de 90.
Esto me dio moral y decidí seguir con clases y acabar con las bolas abiertas, sobre todo con el driver que era una autentico infierno, y esta vez además de mi antiguo profe di un par de clases con David de JFGA. Los resultados fueron esperanzadores y empecé de nuevo a cerrar las bolas y a centrar el driver, seguí mejorando mi cambio de pesos y eliminé un feo hombrazo y un giro excesivo para conseguir un mejor swing. Pero esta evolución no me daba consistencia para seguir bajando de hcp que después de dos años estaba en 15, y cada día en el campo era una lotería, sobre todo desde el tee... llegué a pegar drivers salvajes y hierros increibles pero lo que un día funcionaba al día siguiente desaparecía... y entonces llegó ÉL, mi compañero, amigo e inseparable SOCKET... di alguna clase más, continue trabajando el plano y evitando cortar bolas y hookearlas, pero al dejar de entrenar en enero y al dejar el campo de lado, la falta de ritmo y dios sabe el qué, arruinó mi confianza, mi swing y puso en mi vida el socket.
Ya no sabía porqué soketeaba, no sabía que hacer para volver a pegar con confianza, cada vez pegaba más corto y no encontraba la manera de hacer sitio al palo para evitar el cañazo, así que me dedique a aprochar y a patear para por lo menos defenderme en el campo y no tirarme de los pelos las pocas veces que podía coger un palo.
Y así, hecho una caca, me planté hace un mes en la JFGA con David, y decidí empezar de cero y currar en serio para aprovechar el tiempo, y en dos clases y media me ha cambiado el golf, y sobre todo ha abierto una puerta por donde han desaparecido unos fantasmas muy curiosos:
La primera clase, la media, nos dedicamos a hablar a poner sobre la mesa los problemas e hizo un estudio de mi estado de swing, resultado... mantengo fatal los ángulos, sobre todo en el top, y cada swing es un baile con resultado impredecibles, y hasta la siguiente clase solo me aconsejó limitar mi giro y mantener a toda costa los ángulos mis piernas durante la subida... una semanita trabajando duro y me planté en la primera clase seria...
Primer cambio radical... el ángulo de las caderas, yo llevaba este plano muy vertical y perjudicaba mis ángulos de la espalda y me complicaba mantener la flexión de mis piernas, el objetivo era mantener ángulos a toda costa, buscar repetir y repetir el swing en las mismas posiciones, moverme menos, simplificar los movimientos... y de verdad que eso es muuuy duro, pero me dio muchos deberes y ejercicios y me puse a currar.
y claro tenía que aprecer el tio de la caña, el socket vamos... al cambiar la posición de mis caderas limitaba mi espacio para pasar el paso, y si ya de por si tengo tendencia al socket, esto me machacó, pero me dio igual, continué trabajando mi estabilidad, mis piernas y mi giro, además de unos apuntes sobre el desplazamiento de pesos hacia la izquierda. Pero claro no había manera de mantener el socket bajo control, y con el driver pegaba unos talonazos de aupa, es que no encontraba la manera de hacerme espacio... y con la cabeza gacha y la moral por los suelos fui a mi segunda clase...
Y con David y con el problema del socket abiertamente sobre la mesa, sacó la mochila de caza-fantasmas, y tras un análisis en silencio del swing, y verme un montón de bolas, yo le digo que creo que meto el hombro derecho y adelanto las manos, y David me dice que todo lo contrario que como he trabajado tanto un vuelo de bola al draw he cerrado mi cuerpo en el impacto, y todo mi cuerpo apunta al lado equivocado, y eso unido a un desgiro de caderas mal controlado me deja sin espacio para el palo. así que me dice: "desgira a la izquierda y lanza las manos hacia la bola" y yo me quedo asín









David dio con la clave, pero esto es sólo el comienzo, me queda muuuucho por trabajar y muchas cosas por mecanizar y encajar, pero este ha sido de largo el cambio más decisivo que he experimentado en golf, sobre todo porque ni si quiera mi mente y mi sensación corporal es capaz de asumirlo aún, es curioso como tu mente y tu cuerpo te transmite una cosa y como el resultado es el opuesto.
Esto ha borrado fantasmas ocultos que hacía que mis sensaciones fueran erroneas, que me han hecho estropear determinadas cosas por miedo a caer en viejos errores, espero que todo esto por fin me de impulso para afrontar una buena época. Además he recuperado potencia sin quererlo puesto que he limitado tanto mi ritmo y he anulado tanto mi tren superior por tratar de evitar un hombrazo inexistente y erradicar las bolas cortadas, que me había quedado sin recursos para acelerar el palo.
Espero que ahora vengan tiempos mejores, ya que tengo tiempo, ganas y un profe que da en el clavo...
y si encima ayudo a los del club del socket pues mejor, que somos unos sufridores en toda regla

PEDAAAAAAAAZO DE LADRILLO¡¡¡¡¡¡¡ Eso sí, trataré de colgar un swing en cuanto asuma los cambios.