Bueno aquí va, aunque puede que todo te suene de Perogrullo. Espero que tus expectativas no fueran muy altas
Lo primero fue un cambio de mentalidad. Antes, como dije en mi anterior post, cuando salía a jugar sin nadie, mi interés iba en querer demostrarme lo mucho que había mejorado y que podría jugar muy por debajo de mi hándicap real. Quizá no pensaba en una mejora general sino que podía ser "estoy dándole al drive como nunca, así que hoy seguro que cojo muchas calles con las que pillar GIR"... o cosas por estilo. Como eso normalmente lleva a generar una tensión-frustración innecesaria, ahora, mi mentalidad, no es la demostrarme lo bien que yo creo que soy capaz de jugar sino la de que el campo me ponga en mi sitio y me diga en qué partes de mi juego es dónde tengo que mejorar.
Jugando solo me he dado cuenta que muchas veces el fallo no estaba en el swing sino en el planteamiento de las decisiones. Más de una vez he leído o escuchado que para centrarte en cada golpe lo ideal es tener una rutina fuerte a la que te puedas agarrar para concentrarte en cualquier momento, así que ese es uno de los punto que practico cuando juego solo, el de obligarme a seguir una rutina al mismo tiempo que la voy puliendo para que termine haciéndola de manera natural. La idea es que jugando solo es muy fácil distraerse así que si soy capaz de seguir una rutina que me comprometa con el golpe, seguro que podré seguirla cuando jugase con más gente
También me he fijado una serie de normas como que todo golpe que dé me tiene que servir para aprender o demostrarme algo, y eso sólo es posible si doy cada golpe con la intención de jugarlo con seriedad, ya esté la bola perfectamente colocada en calle o tenga que sobrevolar un árbol con la bola sobre tierra dura. Si no me apetece jugar una bola que se ha ido a una posición incómoda, no la juego por jugar, así que o la trato de jugar de la manera correcta o la recojo con las manos. A mi me ha costado mucho llegar a esa mentalidad pero cuando he sido capaz de frenar mi impulsividad más fácil me ha sido cuando lo he hecho jugando con otras personas.
Hay más. No suelo jugar todos los hoyos de la manera estándar y aprovecho para practicar golpes que a menudo no se pueden practicar e incluso descarto practicar aquellos en los que sé que no estoy fino (un golpe de fade, o drive pronunciado, un panchito etc... ) salvo que quiera demostrarme a mi mismo que sería una tontería ejecutarlo y que por tanto debería practicarlos más. En esos casos procuro jugar dos bolas, la primera sería la opción que tomaría de estar jugando en serio y con la segunda probaría lo que puedo lograr arriesgando. Y como dije antes, siempre, siempre, siguiendo mi rutina. A veces cojo la bola que está en medio de la calle y la meto en el bunker para practicar desde allí, o la desplazo y la meto en una chuleta etc, etc...
Ufffff... que tocho llevo.. generalizo porque si no esto se me va de las manos
Sobre todo, la idea general es que cuando juego solo, lo hago porque me apetece jugar al golf y por tanto tengo que ir a disfrutar. Mi mentalidad cambió cuando me di cuenta que con las ganas que tenía de jugar al golf ¿cómo era posible que lo estuviese pasando mal porque haya dado un filazo o había hecho varios saltos de rana? ¿Acaso no me quedan más golpes que dar? Pues a disfrutar de cada uno de los golpes... ¿que he dado demasiados filazos? Pues que le vamos a hacer. Obviamente no es que me vaya del campo contento por haber descubierto que soy un paquete, pero aunque pueda pesarme la desilusión, mi actitud es la de que el campo me ha mostrado dónde flaqueo más y que a practicar en la cancha toca
¿Qué hándicap tienes?