Hola, hola,
Pues creo que os tengo que dar la razón a todos y quitársela parcialmente a algunos, es decir, matizar.
El apoyo en la 27-2a/3 es bueno para decir que no basta con que el jugador piense que su bola está perdida fuera de un OA, sino que hace falta algo más. Pero este algo más no es que tenga convicción razonable de que la bola está perdida fuera del obstáculo de agua. Este algo más es que exista una "posibilidad razonable" de ello (esta es una más correcta traducción de la decisión citada, donde dice "resonable possibility"). Bajo mi punto de vista, creo que se puede resumir de otra forma: basta con que el jugador piense que su bola puede estar perdida fuera de un OA o pueda estar fuera de limites, pero este pensamiento ha de ser "sensato", razonable. Si se cumple esta premisa, el jugador puede jugar una bola provisional.
Por otro lado, como dice Ende, en general, si un jugador piensa (de forma sensata) que su bola puede estar perdida fuera de un OA y juega una bola provisional, lo normal es que si luego su bola no aparece el jugador no pueda entonces entender que existe convicción razonable de que su bola está perdida en el OA. Sin embargo, no siempre es así, como dice lsub. Se puede dar el caso de que el jugador, con las evidencias a su alcance desde donde jugó la bola provisional, no tuviese convicción razonable de que la bola se perdió en el OA, y sin embargo, una vez se acerca a la zona, adquiera otras evidencias que le doten de la convicción razonable, entonces que no antes, de que es imposible de que su bola esté perdida en otro sitio que no sea en el obstáculo de agua. En el caso de la 27-2a/2.5 se ve claramente (y no es tan raro, a mí me ha sucedido que yo recuerde al menos en dos ocasiones, en Oitavos y en Almenara). Otros casos menos claros creo que hay que tratarlos con la debida cautela, para evitar el abuso de la regla, pero ello no impide que efectivamente se pueda dar.
Y por supuesto, también entiendo que si un jugador juega una bola provisional en ausencia de una posibilidad razonable de que la bola pueda estar perdida fuera de un obstáculo de agua o fuera de límites, esa bola no es una bola provisional, y se trata de una bola jugada bajo un procedimiento de golpe y distancia: si su bola está en el obstáculo o bien existe convicción razonable de que está perdida en el obstáculo, el jugador habrá aplicado la 26-1a; si su bola no está en el obstáculo o bien no existe convicción razonable de que su bola está perdida en el ostáculo, entonces habrá aplicado la 27-1.
Al final, como dije, son matizaciones a lo que cada uno ha dicho, pero entiendo que todos tenéis razón. Se trata de determinar las siguentes cuestiones de hecho: 1º la intención del jugador a la hora de jugar esa segunda bola; 2º la existencia o ausencia de una posibilidad razonable de que la bola esté perdida fuera del OA; y tercero la existencia o ausencia de convicción razonable de que la bola está perdida en el OA. Y para el cambio de criterio en cuanto a la conviccion razonable, haría falta determinar una cuarta cuestión de hecho: el que haya evidencia adicional posterior que permita concluir que existe convicción razonable de que una bola está perdida en un obstáculo de agua cuando te acercas a la zona (por ejemplo), evidencia de la que no disponías cuando jugaste la provisional.
No sé si me habré sabido explicar.