Las primeras bolas usadas para jugar al golf estaban hechas de madera, generalmente de haya o cualquier otra madera de similar dureza. Hay pocos datos, pero es probable que estas bolas se usaran desde la mitad del siglo XV hasta el XVII en que se inventa la bola de pluma.
En 1618 se crea la bola de pluma o “Featherie”. Se construye introduciendo las plumas de ganso o gallina necesarias para llenar un sombrero de copa de caballero, una vez hervidas en una esfera de piel de vaca húmeda. Cuando el conjunto se secaba, la piel se encogía a la vez que las plumas se expandían, dando como resultado una bola compacta de excepcional dureza. Grandes ball-makers de la época fueron Andrew Dickson o los hermanos Mills de St Andrews. Las grandes características de vuelo de la bola de plumas desplazaron a la bola de madera casi inmediatamente, a pesar de que el costoso proceso de fabricación de la “Featherie” hacía que no fuera un producto de masas. Esta fue la bola que se utilizó para jugar al golf durante más de dos siglos, hasta la llegada de la bola de Gutapercha.
La gutapercha es una gomorresina que se obtiene de la sabia del árbol Sapodilla, descubierta en 1848 por el reverendo Robert Adams. La gutapercha tenía un tacto similar al de la goma y se volvía blanda y moldeable cuando se calentaba, manteniendo la forma una vez fría. Por la durabilidad de estas bolas, su resistencia al agua, su menor coste y mejor rodada, las bolas de gutapercha desplazaron a las “Featherie” no sin la oposición de los tradicionalistas, a pesar de que al tener una superficie lisa, no volaban tan lejos como las de pluma. Por accidente se descubrió que las bolas de gutapercha cuya superficie no era perfectamente lisa volaban más que aquellas en que sí lo era.
A partir de ahí, bolas de gutapercha una vez formadas eran batidas con una maza para crear pequeñas imperfecciones en la superficie.
Con el desarrollo industrial se crearon prensas para imprimir esas irregularidades en la superficie de la bola. El más popular de todos los diseños experimentados fue el de zarzamora.
Los cambios que introdujo en el golf la bola de goma tienen poco parangón en la historia de los deportes. Fue introducida en 1898 por un jugador de Cleveland llamado Coburn Haskell junto con Bertram Work. La bola consistía en un núcleo de goma alrededor del cual se enrollaba un ovillo de goma recubierto todo por una cubierta de gutapercha, que pronto dejó paso a las cubiertas de balata. En 1905 William Taylor fue el primero en diseñar una cubierta con hoyuelos como las que tenemos hoy en día. Los hoyuelos de la superficie hacían que lo bola hiciera más distancia más al estabilizar su vuelo maximizando la elevación y disminuyendo el arrastre.
A pesar de que se llevaba jugando al golf durante cinco siglos, hubo que esperar hasta 1930 para que la British Golf Assn. definiera una bola estándar. De la misma forma, la USGA estandarizó “su bola” en 1932. Ambas bolas tenían distintas características, y las siguieron teniendo hasta 1990, año en que el R&A y la USGA definieron un solo estándar de bola, común para el territorio USGA y el territorio R&A.