El pasado jueves, jugando el hoyo 5 del club de golf El Camaleón, tirando segundo golpe una racha de viento me frenó la bola y fue a parar a una laguna en la parte anterior izquierda del green, previos botes en calle. Estuve un rato buscando la bola porque me parecía que si había entrado al agua lo había hecho al borde por lo frenada que iba. En fín no encontré la bola y continué jugando.
Pues bien al día siguiente ya no me pasó lo del viento cogiendo más palo y dejé el buggie a mi compañero y fui andando otra vez por la zona anterior con la idea de volver a buscar la bola del día anterior.
Mi sorpresa es que de repente aparece un COCODRILO donde el día anterior estuve tocando entre las hierbas alrededor del agua buscando la bola y dropándola. ¡Coño qué susto que me dió! Ese día la bola la tenía en bunker cerca del agua y estaba acojonado dándo ese golpe pensando en que saliera otra lagartija de esas.
Tardé un par de hoyos en olvidarme del bicho y he aprendido la lección de: CUIDADIN CON LOS LAGOS.