Bueno pues allá va, someramente, las vicisitudes de un humilde servidor en la cuna del golf: St. Andrews.
En diciembre de 2012 logré finalizar una Liga regional en segunda posición, y el premio era un viaje a la costa este de Scotland para disfrutar de 3 intensos días de golf.
Lunes 1: A las 9 in the morning, un minibus nos recogió (a los 10 golferos) para llevarnos al Aeropuerto de Alicante, donde a las 12 salía el vuelo hacia Edimburgo. Vuelo sin incidentes y minibus VIP Class executive 5 estrellas para llevarnos al Bed&Breakfast en St. Andrews, el agradable
Six Murray a 200 metros del Royal & Ancient. Ya la llegada fue espectacular, pues el minibus cruzó por el camino que atraviesa los hoyos 18 y 1, haciendo que los jugadores que en ese momento disfrutaban del Old Course esperaran a que pasáramos. A lo lejos se apreciaban las colinas nevadas, ya que este ha sido el invierno más frío en los últimos 20 años.
Dejamos la maleta y los palos y salimos a pasear por el pueblo. Algunos se aventuraron a hacer las primeras compras. A las 20h salimos a cenar y aprovechamos para hacer las reservas para las cenas del martes y miércoles, asegurándonos ya un buen lugar frente a un televisor para disfrutar de los partidos de Champions del Barça y Madrid.
Una última consulta, vía WiFi antes de dormir, a la previsión meteorológica nos confirmaba 4 días de frío (entre 1º y 7º) pero sin viento ni lluvias!! Incluso con sol!!
“Vaya mierda –pensé-, vengo a jugar a Escocia y hace mejor clima que en Valencia! Esto… no es Escocia!!
Martes 2: A las 7:15 salí a correr un rato, permitiéndome el lujo de correr perimetralmente por el Old Course, aunque debido a la disposición de los links fueron varias las veces que crucé por algún tee del New Course… Para los que no lo sepáis (como yo hasta la semana pasada) St. Andrews links está compuesto por 6 campos, todos juntitos: Old, New, Jubilee, Eden Strathtyrum y Balgove. Y un séptimo campo creado de la nada a 3km del pueblo, llamado Castle Course. En este último campo, para dotarlo de encanto y compensar su “tardía” incorporación, estuvieron 2 años moviendo tierra e inventándose lomas y colinas, con lo que lograron que un terreno de cultivo, plano como el encefalograma de NYC, se convirtiera en un campo complicado y retorcido, como la mente de Barri.
Tras 7km de trote a 1ºC, volví a las 8 al B&B para ducharme y desayunar. El minibus nos recogería a las 9 para debutar en
Castle Course.
Como para los 3 días escoceses habíamos inventado una mini-competición, y dada la dificultad de este campo, decidimos jugar stableford. Me hice 25 puntos con 5 rayas y… 9 triputts! (de haber sido Medal, 105 golpes) El ganador del día firmó 31 puntos… forrada general.
Esa noche cenamos en el mítico
Dunvegan (“the perfect 19th hole” dijo Sam Torrance) viendo al Barça en Champions….
Y…tengo que vestir a los niños y llevarlos al cole, así que seguiré luego. Con el Miércoles 3: La rata en el Viejo Campo de San Andrés