Como bien sabréis ayer lunes los paisanos organizaron un sarao en el que tuvieron a bien dejarme participar; Y para empezar, decir que el placer fue absolutamente mío: me encontré como entre amigos de toda la vida, en un ambiente buenísimo. De verdad que lo agradezco, sé que no debe ser fácil adoptar a un hombre sin jandicap ni na y permitirle melonear a sus anchas, aunque se trate de una pachanga. Lo dicho: muchísimas gracias a todos, me alegro sinceramente de haberos conocido y vosotros... vosotros lamentaréis haberme conocido a mi.


Una vez me autoinvité a dicho sarao, la semana pasada, empecé a pergeñar mi táctica: lo primero sería ir a la peluquería, tintarme el pelo y recortarme el flequillo. También decidí hacerme la manicura y, sin que sirva de precedente, romper mi promesa de no ducharme hasta hacer mi primer jolinguan. Me vestí para la ocasión (bombachos, camisa blanca, pajarita, chaleco a rombos y boina con borla) y me dirigí al campín.
Una vez aparcado mi vehículo a motor, salí del mismo y vi a un pollo con cara de llamarse Micalet, así que me acerqué y le dije:
- ¿Micalet?
- ¿Si?
- Hola, soy Barri.
- *****, *****, ¡qué emoción! ¿Me puedes firmar un autógrafo?
Aquí estuve listo pues imaginando lo que iba a pasar (me pasa constantemente) me había llevado un taco de fotos dedicadas, y le extendí una. Y otra a McNamara, que acababa de llegar y Micalet me presentó. Y sin más dilación, nos fuimos a pagar los grinfis...
La amable señorita (porque era amable de verdad) me pidió mi licencia.... Esto me descolocó un pelín, porque era un detalle que no había tenido en cuenta, aunque por otra parte.... ¿no debería ella de saber acerca de mi DON? ¿No debería considerarla descortés y atrevidilla por pedirme a MI esas minucias? Qué insolente, por Dios...
Pero todo se arregló: puse la cara del gato de Shrek y listos.

Así pues, tras éstos simpáticos sucedidos, y tras guardarse Micalet mi foto dedicada cerca del corazón me llevó hasta donde se encontraba el resto de estrellas de la galaxia, que se tecnificaban tirando bolas. Bueno, todos tirando bolas menos Roquet que estaba pateando.... luego entendí porqué. Una vez conocí a todos, me senté en un banco y empecé a dedicar fotos e incluso posts que los compañeros habían imprimido en casa y me traían para firmar. Fue emocionante.
Tras ésto, saqué un pozal de pelotas y tiré unas cuantas, para estirar mis insólitos músculos. Allí estaban Nyc, Roquet, Chiutemo, McNamara y Caren, y Toni que apareció luego a saludar. Y hete aquí que me pongo a tirar bolas y cuando me doy la vuelta, ya no había nadie. '¡Coño!', pensé, '¡ya me han vuelto a hacer el truco del canario!'. Pero no, amablemente Nyc me avisó que se habían ido a patear.... luego entendí porqué (y van dos veces de entender porqué).
Nos juntamos en el tee del 1, y entonces vi algo que me extrañó: todos los jugadores le daban una bola a Micalet, así que yo hice lo propio, y éste las cogió todas y las tiró al suelo. La verdad, no sabía si era un tributo que se pagaba al campeón de la liga o bien una especie de ceremonia iniciática tipo secta satánica. Pero no, estaban sorteando las salidas. (Nota: ésta ha sido la primera vez que he jugado con gente, y mi segundo recorrido en total. La vez anterior la hice solo fundiéndome con el cosmos, viendo 'el campo', buscando mi propio suin, etc).
Chiutemo, Caren y McNamara saldrían después, y Roquet, Nyc, Micalet y yo antes. Y nada, yo allí como un pollo, mirando como los genios éstos tiraban las bolas en parábola y caían dulcemente en el verde pasto. Era bonito. Cuando llegó mi turno me encontraba un poco tenso, la verdad, aunque no lo parezca yo también tengo sentido del ridículo, y no quería hacerlo demasiado. Aunque se me fue pasando gracias a la ayuda de mis compañeros, la primera vuelta iba un poco acelerado y en tensión. Ayer tenía tres objetivos principales, a saber: uno, no retrasar el juego (tras leer el foro parece que es algo importante) y dos, tirar las bolas lo más rectas posibles (como dije hace unos días, me tenía preocupado el tema). El objetivo tres se explicará más adelante.

Entonces empecé a ver como Roquet pateaba, entendiendo el porqué de su práctica anterior. Ojiplático me tenía. Y luego Nyc y Micalet clavándolas en grin sin despeinarse, y claro, yo flipando coloritos.
A todo ésto, y comoquiera que era mi primera partida con humanoides, no sabía bien dónde colocarme, si molestaba cuando tiraban, el orden de juego... vamos, que andaba perdido total. Pero otra vez, mis compañeros estuvieron pendientes de mi y de aconsejarme. Como cuando me pasé el grin y me fui fuera de límites: '¿Y ahora qué hago?' pregunté. 'Pues nada, vas a tee y tiras de nuevo'. Un pelo patético, ¿no?


El grupo perseguidor hacía eso, perseguirnos. Lástima que no puedo contar nada de su juego, porque no lo vi. Ya tenía yo bastante con lo mío. Pero lo que es perseguirnos, nos perseguían. Doy fe.

Y Micalet, Nyc y Roquet en su guerra particular: con sus birdicitos y sus parecitos, seguían peleándose siempre dentro de la más absoluta corrección y deportividad, con alguna puyita inteligente y tal, eso sí.

Y bueno, las dos horas fueron trascurriendo hasta que llegamos al final, no sin antes pelearme con una palmera datilera a la que golpee (que yo recuerde) al menos dos veces en el último hoyo.


Lástima que no pude quedarme al momento 'rosa', esto es, al 'sopar de germanor' o comida de hermandad donde sale la parte oscura de cada uno y se encuentran las mejores historias... pero ya llegará, ya.
Lo dicho: muchas gracias a todos por vuestra compañía y ayuda.
p.d.: El objetivo 3: hacerme con un tee de cada uno de mis compañeros al objeto de realizarles exorcismos y magias negras cuando lo necesite; De momento tengo uno. Roquet: Lo llevas claro.

