Oye, pues te aseguro que a mi me ha cambiado la vida. Yo era un pseudo-golfista ignominioso, pero el pollo de rojo y mi martillo ha tenido la culpa de que pase del punto 4 al 6 (y último) en la construcción de mi suin. Era incapaz de girar las muñecas, pero saber que tenía que concentrar mi fuerza en ese punto, como pablito clavando un clavito, hizo que las muñecas fueran solitas a su sitio.
El día que lo conseguí mandé un sms a mi pro que decía: 'ya giro las muñecas y no se ve mi codo izquierdo al terminar el suin'. La lacónica respuesta de mi pro, fue: 'eso es mentira'. Y mi contra-respuesta: 'Lo verás el jueves. te vas a cagar'.
Y el jueves pasado lo vio... y me confesó que estaba al tanto del 'asunto martillo', no en vano estuvo pasando unos días con David Leadbetter, ese gurú.
Si no fuera porque no quiero hundir a nadie en la miseria al comparar mi magnífico suin con el suyo, colgaría un video.