Tom Watson, más que casi ningún otro gran jugador de los tiempos modernos, tuvo la habilidad de dar un paso atrás y apreciar su role en el drama del golf. Su ejemplo más famoso fue cuando se giró hacia Jack Nicklaus en el tee del 16 de Turnberry en la ronda final del Open de 1977 y dijo “De esto es de lo que se trata, ¿no?” (This is what it’s all about, isn’t it?)
De hecho, la situación y el escenario eran extraordinarios. Watson y Nicklaus estaban empatados a 11 bajo par con tres hoyos por jugar, 10 golpes por delante del tercer puesto (Hubert Green). Nicklaus sonrió a Watson y dijo “Apuesta a que sí”

Ambos hombres sabían que eran actores en una contienda histórica, una pelea tan apasionante que luego se conocería como “El duelo al sol”. Nicklaus, de 37 años, ya reconocido como un maestro del golf, ganador por entonces de 14 majors. Watson, diez años más joven, era el actual campeón del Masters. “En los años posteriores” Herbert Warren Wind escribiría “todo lo que recordaremos será el fantástico duelo entre Nicklaus y Watson, que estuvieron emparejados el tercer y cuarto día jugando un golf espectacular sin dar un paso atrás”
Los cimientos de la última ronda heróica se pusieron el sábado, cuando ambos hicieron 65 golpes para compartir el liderato en la última ronda, tres golpes por delante de Ben Crenshaw. Dieron a los espectadores lo que querían: una repetición del paciente, metódico Nicklaus contra el “swing-rápido”, todoterreno Watson. Nicklaus, desde luego, era el favorito en las apuestas y por los espectadores, había cambiado con el tiempo de “El gordo Jack” (usurpador despreciado del trono de Arnol Palmer) a “El Oso Dorado”
Nicklaus golpeó primero el domingo, hacienda birdie al hoyo 2 mientras Watson hizo bogey. Otro birde en cuatro le dio una ventaja de tres golpes, pero Watson remontó con un birdie en el 5 y llegó a cazar al Oso en el 8 con un putt de birdie que dejó “mellado” la parte de atrás del hoyo por lo potente que fue. “Fue un putt afortunado” Watson admitió más tarde “Si no hubiese ido por el mismo centro del hoyo me habría pasado unos 2 o 3 metros”
Llegaron al faro de Turnberry y a los hoyos del océano. Los seguidores pasaron por las cuerdas de la calle del nueve y esprintaron al lado de los jugadores, como un chorro de agua saliendo a presión de una manguera. “Fue como una estampida” dijo el caddie de Nicklaus, Angelo Argea “Pensé que Jack iba a ser arrollado”

A los stewards le hicieron falta quince minutos limpiar la calle, y mientras tanto Nicklaus se sentó en su bolsa y Watson permaneció de pié cerca. El retraso parece afectó más a Watson, que hizo bogey en ese hoyo e hizo los primeros 9 en 34, un golpe por detrás de Jack. Treinta minutos más tarde, Nicklaus logró un putt de unos 7 metros para birdie en el 12 y se puso dos arriba. Pero Watson respondió rapidamente con un birdie al 13.
Ni Watson podría haber anticipado su golpe para empatar: un putt de 18m desde fuera del green del 15 que saltó, fue por la hierba, tocó la bandera y entró para birdie. La multitud rugía.
Así se puede entender porque Watson, en el tee del 16, subido en una duna, miró a los espectadores y concluyó que él y su formidable oponente eran los hombres más afortunados “Yo había siempre querido competir contra el mejor, y allí estaba haciéndolo” diría él años más tarde “Y no lo estaba haciendo muy mal”
Watson agarró el ultimo margen de victoria en el 17, par 5, donde llegó a green de dos con un hierro 3 e hizo 2 putts para birde. Nicklaus mientras tanto falló un putt de 1m e hizo el par.
Fue el hoyo 72, sin embargo, el que más marcó. El hierro 1 de Watson partió la calle por la mitad en este par 4, forzando a Nicklaus a ser más agresivo y tomar una línea sobre los bunkers de calle de la izquierda con su driver. Pero Nicklaus bloqueó su tiro y salió por la derecha, cayendo la bola en el rough profundo y frente a un arbusto. Watson, jugó primero, dio un hierro 7 tan perfecto que la bola acabó a 60cm del hoyo. Ese golpe parecía haber decidido el torneo, pero Nicklaus, a pesar de su mala posición de bola y una rama del arbusto que le molestaba en su swing, hizo un el swing como pudo con un hierro 8 e hizo un surco por el rough. Su bola salió fuera de la maraña y subió vertiginosamente, parando finalmente en la parte frontal delantera del green, a unos 10m del hoyo.
¿Se había acabado ya el torneo? No. Nicklaus se metió su putt de birdie, provocando una gran algarabía en los graderíos. “Mientras me preparaba para mi putt” recuerda Watson, “la multitud todavía estaba como salvajes. Entonces Jack levantó los brazos para calmar a la gente”. Pero solo estuvieron tranquilos mientras Tom hizo su swings de prácticas y metió su putt para la victoria. La gente todavía estaba gritando cuando Nicklaus pasó su brazo por el hombro del campeón y anduvo con él hacia la tienda de entrega de tarjetas.

Y un video donde podemos ver este momento:
http://rma.opengolf.com/video/default.a ... 261&lid=92
IMPRESIONANTE!!!!!