En primer lugar, las consabidas y obligadas felicitaciones al equipo corsario por su triunfo y a todos los implicados en la organización del evento.
En otros hilos ya se han esbozado algunos detalles de nuestro partido, algunos francamente divertidos (el divorcio varilla-cabeza de dos hierros de Pointer, el mal rato que pasó Austin con la lección de "course management" que volvió a dar Pointer en los últimos hoyos, el golazo que metí con un filazo por la puerta de la torre del hoyo 1, etc) y otros sencillamente patéticos (mi juego, en general).
Mis tres compañeros de partida son unos superclase (Isengard, Pointer, Austin, gracias a los tres), tanto de juego como de trato, y disfrutamos de una mañana muy agradable (pese a que nos tocó salir y acabar en el 7, a tomar por saco de la casa club, con lo que tuvimos regreso penoso y nos perdimos las fotos y parte del cachondeo del final).
En cuanto a mi partido, y pese a las previsiones de la porra, no tuvo ninguna historia y se desniveló enseguida. En nuestro primer hoyo (hoyo 7), después de una salida medio decente en calle conseguí perder la bola en un sitio aparentemente franco por la derecha del green, mientras que Austin encontró la suya, que parecía estar bastante peor a priori, y salvó el bogey.
En nuestro segundo hoyo (8, par 3 de 157 m) no la toqué del todo bien pero la bola acabó en una lomita a la izquierda del green. El golpe de Austin, mucho mejor tocado, bota a final de green (qué duros estaban los jodíos, todo sea dicho) y se va al obstáculo de agua. Desde la lomita consigo el approach y dos putts y empato el partido... Y aquí se acabó el partido, más o menos. Tras una racha espantosa de bolas perdidas (out en el 9 de salida, bola perdida en la salida del 1) me las apañé para perder tres hoyos seguidos (ojo, no solo fue por demérito; además de mi torpeza, Austin no se salía del bogey).
En el 3 (nuestro hoyo 6) conseguí salvar el bogey tras pifiar la salida y tener que jugar desde el obstáculo por la derecha, con lo que me puse otra vez 2 abajo, pero en el hoyo 7, par 3 de 142 m, me fui al búnker de la derecha y tripateé tras una salida de búnker nada fina, en el hoyo siguiente me casqué un doble tras pifiar el tercer golpe a 15 m de green (en mi descargo, el lie era un espanto; supuestamente la bola estaba cuesta arriba, pero se encontraba en una especie de terracita que hacia que en realidad estuviese hacia abajo y en un pelado del terreno). Y Austin que seguía sin salirse del bogey...
En el hoyo 7 (10 nuestro) Austin se fue al obstáculo de agua de salida y yo conseguí salvar el bogey con lo que me ponía 4 abajo. Sin embargo, cualquier atisbo de reacción se difuminó tras empatar el hoyo 8 y perder el hoyo 9 pese a llevar una aparente ventaja en el transcurso del mismo. Mi salida fue a calle (durante 15 minutos tuve el drive más largo

La debacle se rubricó en el hoyo 1 tras perder los dos la primera bola. Sin embargo, Austin se sacó de la chistera un zambombazo con su segunda salida (igual que en la primera vuelta) y yo me fui arrastrando penosamente a la espera de la puntilla.
Es decir, encajé un 6/5 merecidísimo. Curiosamente, una vez palmado el hoyo (y después de mil probaturas con las salidas), decidí echar mano de la madera 3 y en los últimos hoyos di algún golpe decente (incluido un birdie en nuestro hoyo 18, el 6 de la segunda vuelta) tras dejar la bola a dos palmos con el segundo golpe.
Con respecto a Austin, es un rival de match-play durísimo y al que no se le sale la cadena en ningún momento. Es muy raro que encadene dos hoyos malos, y rara vez se mueve más allá del bogey, con lo que hay que estar muy fino para plantarle cara. Manejó de miedo la maderita de calle Cleveland con la que clavó casi todas las salidas, estuvo muy bien con los hierros y demostró gran seguridad con el putter (no le recuerdo ningún tripateo).
Yo anduve bastante despistado toda la vuelta y, tras perder la primera bola en el primer hoyo, tenía la inquietante sensación de que iba a ser "uno de esos días". Me tiré toda la vuelta sin saber qué coger para salir (tras pifiar salidas con el driver y con el híbrido de 21º que suelo tener a modo de seguro de vida cuando se me atraviesa el driver), estuve muy errático con los hierros y tampoco es que me luciera especialmente con el putter. Pese a todo, me lo pasé como un enano y por lo menos pude disfrutar con el juego de Austin y con la enconada resistencia que planteó Isengard a Pointer (aunque hay que decir en descargo de Pointer que estaba muy pochito y acabó jugando con dos palos menos de los que tenía al empezar la vuelta

El campo me gustó mucho, aunque hay que estar fino y saber por dónde hay que ir y dónde está el peligro. Es estrechito y exigente, pese a no ser muy largo. Las calles parecían una alfombra (quizá un pelín altas, por decir algo), y los greenes muy bien cuidados (aunque duros, los jodíos).
Del pospartido ya han hablado varios foreros y no quiero abundar en lo ya comentado. En pocas palabras, todos los allí reunidos (bucaneros o corsarios) son unos cracks mediáticos y da gusto embarcarse en aventuras filbusteras como ésta.
Poco más que añadir. A ver si en el próximo torneo doy un poco más de guerra.
