
Las posibilidades son muchas, salir con bolas “distance” y seguir luego con bolas más blandas, utilizar las bolas malas encontradas para salidas comprometidas y luego seguir con otras mejores cuando ya no hay riesgo de pérdida, cambiar siempre que se pueda la bola en los approachs más cercanos intentando puttear con nuestra “bola talismán”, no cambiar jamás de bola aunque sea legal porque me parece que va contra las esencias del golf...
En mi caso, por razones de “economía doméstica”, como hacía hasta ahora y sobre todo en pachangas, utilizaré las bolas peores, las encontradas, en las salidas más comprometidas con alto riesgo de FL o agua, y si suena la flauta y aterrizo en calle seguiré con las bolas habituales.
¿Y vosotros, qué hareis?.
