La Primera Guerra Mundial y el golf (primera parte)

El sargento Francis Ouimet, ganador del US Open de 1913, haciendo gala de su habilidad con el traje de faena
Este es un extracto del primero de una serie de dos artículos en los que José Ramón Rodríguez nos habla del difícil momento que vivió el golf durante la Primera Guerra Mundial y de la influencia que tuvo esta contienda global en nuestro querido deporte. Os recordamos que José Ramón ya repasó para nosotros la historia del golf en Estados Unidos en tres magníficos ensayos que podéis encontrar en el blog de Crónica Golf: http://www.cronicagolf.com/tag/origen-del-golf-en-ee-uu/.
La Primera Guerra Mundial fue el resultado de múltiples conflictos regionales y de seculares rencillas entre países, que encontraron terreno abonado en unas naciones que venían de un largo periodo de paz y prosperidad económica que habían aprovechado para potenciar sus ejércitos. Los distintos gobiernos vivían en un estado de euforia que les llevó a desear verdaderamente la guerra. Todos pensaban que sería una contienda corta y que se saldaría con una victoria rápida y contundente que daría paso a un largo periodo de estabilidad. El resultado fue justo el contrario: la mezcla de ideas estratégicas del siglo XIX con armas del siglo XX produjo una guerra larga y cruenta cuya mala resolución sentó las bases para el surgimiento del nazismo y de la Segunda Guerra Mundial.
No hubo actividad en Europa que no se viera afectada por la contienda y el golf no fue una excepción. El torneo de golf por antonomasia, el Open Championship, no se disputó de 1915 a 1919 por culpa de la Primera Guerra Mundial, y muchos otros torneos se anularon o se vieron afectados por el devenir de la guerra. En el continente apenas hubo consecuencias para el mundo del golf porque, salvo Francia (donde se suspendió la celebración de su abierto nacional el mismo quinquenio que el Open Británico) ningún país contaba con una tradición de más allá de veinte o treinta años. En las Islas Británicas las cosas fueron distintas.
El material
Como era de esperar en un periodo bélico hubo escasez de material para jugar al golf, pero esa escasez de debió más a la falta de mano de obra, movilizada en su mayoría, que a la propia escasez de materias primas. A pesar de que fábricas como Dunlop contrataron mujeres para seguir con su producción de bolas, estas se fueron convirtiendo en un bien escaso a lo largo de la guerra hasta el punto de que, hacia 1918, era francamente difícil encontrar bolas nuevas. La mayoría de profesionales trataban de reparar las bolas que iban usando y se extendió entre la chavalería el lucrativo pasatiempo de buscador de bolas.
En 1917 el gobierno británico decretó un embargo sobre las importaciones de nogal americano, pero tuvo escaso impacto en la fabricación de palos de golf por varios motivos. Primero, los palos eran bastante más duraderos que las bolas y no necesitaban ser repuestos con frecuencia. Segundo, el mercado era escaso ya que buena parte de los potenciales jugadores estaba movilizada; y tercero, los clubmakers disponían de un stock de nogal suficiente para hacer frente a la escasa demanda.
Más en http://www.cronicagolf.com/la-primera-g ... era-parte/