me apetece escribir una pequeña crónica de mi participación en este torneo que jugué el pasado sábado día 30 en los campos de Lúmine, al lado de Tarragona.
Para quien no conozca este torneo, se juegan el mismo día los tres campos que tiene el club: Lakes 18 hoyos, Hills 18 hoyos y Ruins 9 hoyos. La modalidad es stableford en cada campo, se juega como si fueran tres torneos distintos, y el ganador final es que mejor resultado stableford acumulado hace.
Cuatro amigos de nuestro club, un poco locos los cuatro, decidimos jugarlo este año, porque nos apetecía probar la experiencia. La salida era a tiro a las 7:30 de la mañana y se jugaban 27 hoyos seguidos. Una pausa para comer y salidas en orden de llegada para jugar los últimos 18 hoyos.
Por la mañana el ritmo de juego fue bueno, sin esperas, temperatura alta, pero no agobiante. Los greenes no estaban a la altura que esperábamos de este campo, muy lentos y muy bacheados. Mi juego largo no estaba siendo bueno, y cada putt era una lotería,así que los dobles bogeys fueron cayendo y la tarjeta engordando.
Al acabar los primeros 27 hoyos hicimos una pausa para comer, y salimos a jugar los últimos 18 hoyos. Éramos la última partida ¡Y aquí comenzó lo malo! El ritmo de jugo fue nefasto, teniendo que esperar en cada golpe. No había marshall para indicar las salidas y tampoco nadie controlaba el ritmo de juego. Durante la tarde no vimos a nadie de la organización en todo el campo. Imaginad si en una vuelta a 18 hoyos molesta tener que esperar, si llevas 30 hoyos jugados y sigues esperando en cada golpe lo que empieza a pasar por tu cabeza. Vamos, un desastre. Cada hoyo acabado se celebraba gritando el número de hoyos que quedaban por jugar y no veíamos el momento de acabar. Realmente se hace muy, muy largo. Al final llegamos al hoyo 18 par cinco, sin luz, lo que no impidió que uno de los jugadores de la partida hiciera un birdie tremendo chipeando desde 15-20 metros. Antes de esto habíamos visto al primer empleado del club en toda la tarde, que nos preguntó si éramos la última partida. Menos mal que era así, y éramos los últimos, porque de lo contrario o encienden las luces de los coches e iluminan el green como en la peli, o no acabamos. Me pregunto que hubiera pasado si no nos hubiera dado tiempo a acabar... mejor no lo pienso.
Mis conclusiones del torneo no son buenas. No esperábamos encontrar los greenes en tan malas condiciones y esperábamos que la organización estuviera un poco más encima de los jugadores en un torneo que es un reto físico importante, sobre todo por la tarde. Me llevo un +0.3 de subida de handicap, porque se juega como si fueran tres torneos separados y cumplir en cada campo se hace difícil, sobre todo cuando te golpea el calor, y un buen puñao de bolas perdidas.
Si alguien me pregunta si lo volvería a jugar mi respuesta es que posiblemente no. Me quedo con las risas que nos echamos, porque catorce horas de torneo


Saludos