
Para colmo, en el 18 nos jugábamos la bola con el resto de los de la partida e hice un par con purazo de ocho metros desde el collarín incluído, con lo que me fui a casita más feliz que una perdiz. Pues eso, que me apetecía compartirlo porque por fin he sentido que jugaba un poco a esto del golf. Ahora queda soportar la presión y repetirlo en torneo para bajar de una vez el handi...
