por Barri » Mié Ene 29, 2014 8:05 pm
Luises y Luisas:
Enderesulta que el otro día presencié un hecho digno de mención y, por eso, quería de mencionarlo. Son esas pequeñas cosas que se salen de la rutina y se agradecen porque te dan algo diferente que vivir, recordar y contar en ésas noches junto al fuego bajo un cielo estrellado, mientras asamos un trozo de tofu pinchao en un palo o calentamos un calcetín mojao. ¡O tempora, o mores!
Bueno, pues al grano-grano: el caso es que la semana pasada nos encontrábamos el amigo forero Bob8 y quien ésto escribe haciendo el tontaina (o sea, entrenando en vez de adelgazar un par de kilos) en un muy conocido clube de golf de la contorná. Como siempre que nos juntamos, disputamos el campeonato del mundo de algo, en éste caso de aproch paraboloide a 5-10 metros (estilo circunferencial en chippin-grin). La cosa estaba reñida, Bob8 quería arrebatarme el título que conseguí en la edición anterior, yo no me dejaba, el apretaba, yo daba un filazo, él un mochazo... En fin, el caso es que en esas estábamos cuando me cosqué de una cosa que me epató. Quedé epatado. Muy epatado.
El tee del uno, que quedaba a unas 27-34 yardas de nuestra posición, estaba a reventar. Hacía 5 minutos no había nadie, y por arte de birlibirloque se había congestionao, lo cual dada la hora que era, nos extraño un poco.
-'Luis' - dije a mi compañero - 'mira eso'. Se giró y en sus ojos de pollo ví que también le epató lo que veíamos ahora los dos. Siete personas humanas, SIETE, que estaban esperando para pinchar bola, caminaban ahora con sus carros desde el tee del uno hacia la salida del club; Cerrando el grupo, un buggy pilotado por el marshall de turno de oficio les hacía de escolta.
- '¡Jodó petaca! ¡Les dan boleto!' -dijo Bob-.
- '¡Que me aspen! ¡Es cierto!' -dije yo-.
La procesión era digna de ver: siete jovenzuelos (el de menor edad ni siquiera llevaría jubilado cinco años), desfilaban por el caminito hacia la puerta. Los dos que marchaban al frente iban alegres, comentando la jugada, como si con ellos no fuera la cosa. El último, visiblemente afrentado, agachaba la cabeza. El marshall, desde el buggy, los arreaba.
- 'Nos hemos liao'-manifestaron los interfectos al requerírseles el importe del greenfee en el caddymaster- 'Nos hemos liao'.
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Barri el Mié Ene 29, 2014 8:06 pm, editado 1 vez en total
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