A tiempo porque no quería que nadie me reprochara que me he olvidado de MacGroo.

El señor Macgroo ha salido de El Bosque (y hablo del campo, no de su agachamiento) para ilustrarnos de cómo pegarle cebollazos a la bola. Por ejemplo, cómo cruzarse con el putter (y un tee) un lago de 125 metros.
Barri ha hecho cosas como: pisarme una salida (con lo que me creo su salidón en el 18 de El Bosque), ganarme un hoyo (con un bogey en el hoyo en el que, el otro día, tiró a colocar en el tee de rojas su 4º, para dar un cómodo 5º), concederme un putt de 50 cm. (lo que habla de su inmensa generosidad), darme las gracias en todos y cada uno de los putts que le concedíamos para que su suplicio acabara cuanto antes (de lo que se extrae que: a) patea muy mal y b) los Escolapios han dejado huella), irse al agua desde el tee, repetir tiro desde el tee en vez de dropar, revisitar el agua y... volver a jugar desde el tee, con 2 cohones! (lo que habla de su
Señores, me siento indigno de la firma de Barri.
Autorizo al SEÑOR Barri, a anular la penitencia de lucir 3 meses su actual firma...
Ha sido un gran día de golf, y como suele pasar en estos casos, la lástima ha sido no jugar con todos a la vez!