Desde hace algún tiempo le vengo dando vueltas a la cabeza y no dejo de pensar en algo que me tiene mitad preocupado, mitad obsesionado. Si encima me sucede de lo del sábado en Saldaña.... pues esa preocupación se convierte en la más absoluta de las 'rayadas'.

Os cuento... yo nunca le he tenido mucho aprecio a pegar el driver. De hecho, casi se podría decir que lo llevo en la bolsa por llevarlo y hacer que así parezca una bolsa de golf aparente.

El caso es que desde hace un par de meses (justo después de Foressos), me empecé a plantear que para asegurarme una bajada de handicap se hacía casi imprescindible no hacer OUTs y no tener penalizaciones. Y más aún en campos en los que un OUT te supone casi seguro una raya por el poco margen que hay para la recuepración (p.ej: Cuéllar

Esa idea me coincidió con una mala racha a la hora de pegar a la bola (muchísimos ganchazos tanto con hierros con maderas). Afortunadamente he conseguido corregir esos cerrojazos con los hierros pero le he perdido totalmente la confianza a las maderas.

Y así me he plantado en mis últimas 11 salidas al campo.... sin tocar las maderas (bueno, puntualmente he pegado dos o tres drivers con resultados dispares). Con este planteamiento hice 41 puntos en Valdeluz, y salvo en Cabanillas (mi campo maldito), he estado cumpliendo regularmente. El no va más ha sido el sábado en Saldaña, donde me he cascado un -4 (40 puntos) en las mismas circunstancias: el driver/maderas/híbrido de adorno en la bolsa. Saliendo con el hierro 4 y llegando luego más o menos bien al green, me aseguré una gran vuelta porque sólo hice dos doble-bogeys. Con ello se me ha quedado el handicap en 14,2.

Y esa es mi rayada.... ¿hasta dónde puedo seguir así? Está claro que debería empezar a entrenar las maderas para poder coger más GIRs, pero el problema es que mi escaso tiempo lo dedico a jugar.

Pregunto sobre todo a los jandis medio/bajos.... ¿Os ha pasado algo similar? ¿Creéis que es posible seguir bajando el handicap usando sólo hierros?
Perdonad por el ladrillaco, pero lo tenía que contar (aunque sea para desahogarme...)
