Ayer jugué uno de los peores partidos de mi vida, y eso que dí unos extraordinarios golpes.
Fué en el recorrido de Mataleñas, y a pesar de unas buenas salidas y dos berdies, el resultado fué de 27 puntos. Algo desastroso. No recuerdo cuando hice tan mal resultado (y menos en el miniprao).
Analizando los buenos golpes y sus consecuencias, descubrí que una vez más me acompañó ese cadie invisible e indeseable que se llama Murphy. Se llevó a su bolsa un montón de puntos que me correspondían por meritos propios y por esfuerzo, detrayéndolos de mi tarjeta. Estoy pensando en denunciarlo a los Comités de Competición de todo el mundo, para que lo exilien.