Ante todo, decir que la crónica la escribirá Zocato. Se lo he pedido porque no conocía el campo y si me pongo a narrar lo acontecido a lo largo de 18 hoyos me iba a liar y a hacer una birria de relato. Así que me limitaré a un breve comentario y después de leer lo que mi compañero escriba puntualizaré algunos aspectos
Todo empezó con una conspiración judeo-masónica la tarde anterior, en la que Juanjo y su SS, perfectamente compinchada, me llevaron a tomar unas cañas a las 7 de la tarde. Dos horas después empecé a no distinguir el bien y el mal. Entre el vino de la cena (Recluta no paraba de demandar más y más) y las copas de después ya sabía yo que el partido iba a empezar cuesta arriba. Recluta es un tio muy, pero que muy peligroso
El partido fue realmente competido, llegando a estar dos arriba en el hoyo 8 (máxima diferencia del partido) y con buenos augurios.
En el 10 iba 1 up y, a partir de ahí, tremenda lucha, con un hoyo para cada uno alternádonos absolutamente, empate, 1 abajo, empate, uno arriba, empate, uno abajo, empatando el 17 y, finalmente, perdiendo en el 18.
Creo que la clave estuvo en el hoyo 16, al que salimos empatados. Zocato pega un maderón que supera los árboles de calle y queda en una posición franca para jugar a green. Yo también hago una muy buena salida pero la copa del árbol de la izquierda corta la trayectoria de mi bola, que rebota hacia atrás y quedo sin tiro. Juego por bajo a ganar unos metrillos y fallo el golpe a green, yendo al bunker y necesito dos golpes para entrar. Zocato está de 3 a 5 metros y le doy el hoyo.
El 17 lo jugamos por el libro. Él, conservador, juega madera y casi se queda en el bunker de calle, por los pelitos. Yo salgo de driver y cojo calle (creo que solo cogí 3 en toda la vuelta, otra de las claves). Zocato juega largo y coloca muy bien la bola, entre bunker y gree. Yo, arriesgo con M3, a sabiendas de que el bunker entra en juego por esa distancia. Me quedo 2 metros corto y juego a green, quedando a unos 8 metros de bandera (enorme green y bandera atrás-izquierda). Zocato va muy presionado y da un rabazo con un wedge, quedando en el antegreen, como a 25 metros. Ahí veo que puedo ganar el hoyo y salir empatado al 18. Da un gran golpe con el putt y la deja a unos 2,5 metros, mmmm, tengo oportunidad. Pateo y no entra por muy poco, me paso 30 cm. Zocato la enchufa ¡qué *****! y me hace patear, jeje. También la meto (de esas no fallé ninguna). Hacemos par los dos y salimos al 18 al todo por el todo.
La verdad es que, en toda la vuelta, Zocato impuso su potencia en las salidas y yo iba muy errático; bueno, errático, no, siempre unos cerrojazos que no veas. Aún así, conseguía ir recuperando y en el juego corto ir arreglando los hoyos. Ambos tiramos muchos hoyos, más que ganarlos.
Pues ná, llegó el 18 y mar de Lerma. Yo no tenía duda de que Zocato lo pasaba sin problemas, viendo cómo le había pegado al driver todo el día. Efectivamente, pega y pasa, quedando su bola al fondo izquierda del green, bueno, antegreen. No me quedaba más remedio que jugar y arriesgar, apenas valía otra cosa. Me pues y pum! no pegué mal pero la bola no cogió altura, bien de línea pero al ver cómo volaba vi que no pasaba y no pasé. Intenté lo imposible, dropando al borde del lago, entre una mierda de arbustos y un stance imposible. La bola quedó en un agujero, delante de un terrón y no tenía prácticamente la menor opción, como así fué. Bola al agua y la enhorabuena a Zocato. Ahí terminó el partido.
Lamento el resultado por lo que me daban como ganador, pero yo sabía que el partido iba a ser igualadísimo y así fue. La balanza se decantó por el más regular en los distintos aspectos del juego. Al menos así me lo parece porque no me encontré cómodo con el juego largo en ningún momento.
Por cierto, un gustazo jugar con Zafonic y Action, con los que no había tenido el placer.
Y, una pena el medio punto, que por segunda vez nos hacía falta. En primavera no volverá a pasar.
Felicidades a los bucatruchas y bienvenidos a los nuevos corsarios, este equipo promete.