por Player » Dom Ene 30, 2011 3:51 pm
En una competición Match de damas de cierto nivel, una jugadora tenía su bola en el rough con hierba alta de 7 centímetros
La jugadora se coloca a la bola, inicia el backswing, baja el palo con fuerza, pasando la cabeza del palo, 1 centímetro por encima de la bola peinándola, sin romper las hierbas.
La jugadora inmutable, vuelve a recomponer su colocación, pero antes de que inicie ningún movimiento con el palo, uno de los dos árbitros que estaban cerca de la jugadora y que habian presenciado todo, le pregunta: ¿ Has ejecutado un golpe, verdad?
La jugadora responde: No, lo que he hecho era un swing de prueba, y no he movido la bola, ni tampoco he mejorado nada que pueda ser penalizado por la 13-2 e incluso no había ni preparado el golpe, ya que no había posado el palo en el suelo.
El arbitro se queda mirándola y le responde:
El que no hayas preparado el golpe, no demuestra que no era tu intención de ejecutarlo. Muchos golpes, incluso en el green se ejecutan sin haber preparado previamente el golpe.
Tu has hecho un swing completo, terminándolo con decisión
Te has colocado cerca de la bola a la distancia apropiada para jugarla. Ningún jugador, y menos de tu nivel, hace un swing de prueba con la colocación definitiva.
Has seguido la misma rutina que en golpes anteriores en el rough, es decir, sin hacer ningún swing de prueba
La cabeza del palo ha pasado por encima de la bola casi rozándola, con riesgo de haber movido tu bola en juego.
Todo esto es lo que hace un jugador cuando ha decidido ejecutar su golpe, y me dices ¿que tu intención era hacer un swing de pruebas?
La jugadora con mucha flema, le responde: Tú no puedes saber, ni puedes adivinar, cual era mi intención, y yo te digo que no era ejecutar un golpe.
El árbitro teniendo en cuenta que la palabra del jugador tiene mucho peso, y no hay pruebas palpables que demuestren cuál era la intención de la jugadora le dice; Bien, sigue jugando, y no perdamos más tiempo. La jugadora finalmente ejecuta su golpe (por cierto, bastante malo).
Cuando ha pasado todo, el árbitro actuante, se dirige a su compañero árbitro ( testigo silente) y le dice: Creo que me la ha metido. ¿Qué hubieras hecho tú?
El arbitro testigo le dice al actuante: Ya sabes que es muy difícil, decidir sobre cuestiones de hecho. Es verdad que la palabra del jugador tiene mucho valor y ha de tenerse muy en cuenta, pero ¡ hasta cierto punto!. También es verdad que tú no eres adivino, por tanto no puedes saber la intención de la jugadora, pero tú eres un árbitro, preparado para tomar decisiones sobre cuestiones de hecho, y si no puedes juzgar sus intenciones, sí puedes juzgar sus actos, que a las velocidades en las que se desarrollan, y tal y como se han producido son fiel reflejo de su voluntad y delatan sus intenciones.
En mi opinión continua diciendo el arbitro testigo, son tan evidentes las pruebas-indicios que le has hecho saber a la jugadora, que la única explicación a su movimiento, no es otra que la intención de haber ejecutado un golpe, que yo no hubiese dudado en considerar que efectivamente lo había ejecutado, y si quiere hacer una reclamación posterior ante el Comité, que la haga, se lo hubiera permitido, no haciendo valer el derecho que me da la D 34-2/4 para prohibírselo.
Estabas a escasos metros, has visto toda la rutina, la colocación, la concentración, y la determinación e ímpetu con la que ha realizado el swing completo. No hay ninguna duda de que la jugadora quería golpear bola, pero aun en el caso de haber tenido alguna duda sobre la intención de la jugadora, lo hubiera resuelto igualmente en su contra, en coherencia con el último párrafo de la D 14/1.5 y D 16-1a/9
¿Cuál de los dos árbitros ha dado un ruling más acertado conforme a las reglas?
Las opiniones no son "verdades", son eso, opiniones. Y el que opina, debe asumir, que puede haber una opinión mejor que la suya, aunque no tenga necesariamente que ser verdad.