Las cuestiones de hecho las conocemos por vía empírica, ya sea en el espacio y el tiempo (los hechos físicos), o sólo en el tiempo (los hechos psíquicos). Es característica de las cuestiones de hecho, por ser contingentes y conocidas mediante la experiencia, el hecho de que su negación no implica una contradicción
Como las cuestiones de hecho son contingentes, entonces son susceptibles de ser falseadas, es decir, su constatación es a posteriori y la experiencia tiene mucho que ver. Agreguémosle entonces que para poder constatar el vínculo causal por medio de la experiencia tengo que tener previo conocimiento de él, y podemos decir ahora que es el hábito lo que fortalece la idea de este vínculo.
Hume busca el principio de causalidad valiéndose principalmente de la experiencia, ignorando en gran medida a la razón. Kant por su parte supone que la mente humana siempre actuará de la misma manera frente a las sucesiones de eventos. ¿Qué hace que podamos saber cuándo la percepción de una secuencia de eventos es realmente una secuencia objetiva? El orden de la secuencia no es establecido por nosotros sino por el fenómeno mismo.