Yo pienso que en los supuestos 1 y 2, hay certeza de que la bola es la del jugador.
En los casos 3 y 4, el jugador, en realidad, no puede identificar la bola como suya.
En el 3 la manda a un bosque, aunque sólo se encuentra esa bola, no quiere decir que sea la suya, puesto que en un bosque puedes tener una bola cubierta por una hoja y no verla, o pudo haber rebotado e ir a unas zarzas o estar en un punto más alejado al que se busca (Trasto en el hoyo 1 de Larrabea esto puede pasar, arboles altos a derecha e izquierda del riachuelo, donde se pierden bolas). Por lo tanto el jugador honestamente no puede identificarla como suya. Otra cosa es que diga que es la suya y nadie se lo pueda rebatir. Puede ser parecido al caso de la D-27-13.
En el caso 4, pues lo mismo, quien puede decir que su bola no fue jugada equivocadamente por un componente del partido que estaba jugando ese hoyo, o que un jugador de ese partido la cogió pensando que era una bola provisional por él jugada, cuando en realidad la bola provisional era la que encuentra nuestro jugador. Por lo tanto, tampoco, honestamente, puede identificar la bola como suya.
Además no os ha pasado que en estas circunstnacias -bosque o calle de otro hoyo- hallaiís ido a buscar la bola y cuando la encontraís os daís cuenta de que no es la vuestra.
Distinto es el caso que le pasó a Trasto, pues identifica su bola, y además iniciamente había un principio de certeza de que la bola estaba dentro. Por lo que después no cabe dudar de si podría estar F.L. por la actividad de la causa ajena.
En puridad, en los casos 3 y 4, yo creo que podria ser un supuesto de bola perdida, pues en realidad el jugador no la puede identificar como suya.
trastolillo escribió:En este caso vuelve la situación por pasiva, es decir:
¿Que elementos de juicio tenemos para decir que esa no es la bola que jugó dicho jugador?[/i].
La propia declaración del jugador de que no puede identificar la bola como suya.
Además, como puede el jugador asumir la responsabilidad que le impone la R-12-2, si no sabe que bola juega. Salvo que como en los casos 1 y 2 no la pierda de vista en momento alguno.
Cuanto más ahondo en el conocimiento, más dudas me surgen. Los ignorantes casi nunca dudan.