

















Pues ya esta, del green del 18 a la casa club tenemos una importante pendiente, con lo cual os recomiendo que guardéis algo de fuerzas para conseguir llegar a la merecida cerveza que tomaremos en la terraza del bar observando como salen otros afortunados por el tee del uno y pensando en que volver a este campo es una peregrinación obligatoria para todo aquel que ame este bendito juego.