Por fin, después de RCD me dirigí a Dublin, en donde hacía mi tercera noche en el país de los leprechauns. Al día siguiente a las 7 cogí el coche, y rumbo a The Island, la gema escondida, campo que jugaba en lugar de Portmarnock. Y no me arrepiento para nada.
Total que tras unas carreteras in-creibles, que bordeaban el mar, y que sólo cabía un coche por ellas, llegué hasta el Club. Fijaos cómo sería la cosa, que por la carretera, había unas estacas blancas, y luego el agua (sin arcén ni nada) y me dije, cuidado Alber, que eso si que seía un out of bounds muy jodido.
Pues bien llegué al Club, y si bien el Club es bastante antiguo, la Casa es bastante nueva. Pero eso sí, mantiene todo lo de los anteriores Clubs. Fotos, museo, recuerdos, vestuarios de madera y moqueta…etc.
Y tomad nota. La cafetería abría a las 10, pero a los que llegaban antes de esa hora, en Caddie Master, tenían una máquina de café y de té totalmente gratuita para el que quisiera.
Total que pregunté por la cancha de prácticas, que si bien era normal, como la de Royal Portrush (recordad que en RCD sólo tienen redes), no tenían fichas de bolas ni nada. Si no un tubo recogebolas lleno de 20 bolas así. Así que me explicó que tenía que irme con el tubo hasta el fondo, dar bolas, y a la que volvía recogerlas. Así que esperé a D. Javier Arrieta, y cuando llegó, simplemente preferimos calentar en las redes.
Así que dispuestos, llegamos al tee del 1. Mirad que sol. No me podía creer la suerte que iba a tener. 3 días en Irlanda y el tiempo perfecto! Pues craso error.
Total que empezamos a jugar y yo por fin, muy muy bien. Hoyo 1 bogey tonto, hoyo 2 par con GIR, Hoyo 3, de dos al lado de green…y no sé cómo coñe….triple bogey! Pero dios mío, cómo leñe se juega un campo de estos, es que como te descuides te castigan!
Aquí os dejo más fotos de los hoyos que iban pasando, pero es que alrededor del hoyo 6, empezó a caernos el diluvio universal. Es que llovía como en mi vida había visto en un campo de golf. El traje de agua no permitía ya más agua. Los zapatos encharcados, y mientras Javier y yo dando palakos por todos lados, con vientos increíbles. Todavía recuerdo un hierro 4 a 120 metros! Y nada con esta experiencia extrema, pues nada, el doblata asegurado. El bogey un grandísimo resultado. Y así fuimos pasando los hoyos.
Ya casi al final, le dije a Buda, socio, dame un respiro, y ya véis, casualidad o no, se abrió el cielo y volvió a brillar el sol (Aquí se requiere una foto maravillosa de un par 5 que tiene mi amigo Javier)
Así que efectivamente, el tiempo nos dio un respiro, pero, el doblata seguía asegurado y el bogey era buen resultado jijiji (seguía habiendo muchísimo viento. En el par 5 de la foto de Javier, pegué driver, M3 y I3, y todavía aproché con el 56) Y eso que en RP y en RCD había cogido algún par 5 de dos! En fin de todos modos mi juego se había venido a Madrid así que…poco podía hacer.
Así ya por fin, en el tee del 18, pegué por fin un buen driver, pero una duna me obligó a volver a la calle, desde 100 metros punchito con el 7 que se acuna en el green y queda una buena oportunidad para salvar el par, y cerrar mi periplo irlandés con buen sabor de boca. Y sí amigos! Doblata para acabar! Jajaja Esta experiencia links es la caña.
En cuanto al campo, a pesar de la mundial, es genial. Hoyos muy bonitos, muy muy salvaje, caminando también a través de dunas que separaban los hoyos, que es que molaban mazo.
Han sido tres días geniales, y cada vez que llego a las Islas a jugar al golf, más me doy cuenta, de que allí juegan a otro deporte distinto. Para los que vayáis próximamente, mi consejo es que no tratéis de jugar un buen golf, que no intenten pegarla perfecta, simplemente jugad y tratad de hacer pocas.