CarlosGM escribió:Otra prueba: un árbitro internacional la contó en una reunión en la que estaba yo presente. "Varios jugadores en la escuela de calificación para obtener la tarjeta del Tour Europeo merodean en las inmediaciones de un OA, buscando una bola. El árbitro se acerca y sabiendo que los jugadores no estaban seguros de que la bola estuviera en el agua - de ser así no estarían buscándola - pregunta . "La bola ha ido al agua?" "Sí, contestan", ¿Estás seguros los tres? Sí contestan. Pues aliviese del obstáculo del agua. Y así quedo la cosa. Explicación: al árbitro se le ablandó el corazón viendo que el implicado iba a perder en el último momento las opciones que tenía de obtener la tarjeta .... ummmmmmm. Yo eso no lo veo oportuno, por muy buena intención que tuviera el árbitro. Qué pasa con el jugador que pudeo quedar fuera de la pomada por este ruling benéfico . . .
Como lo oyes.
Carlos, no entiendo muy bien la anécdota que cuentas. El hecho de que los tres jugadores estén buscando la bola en las inmediaciones del OA no exlcuye la certeza o seguridad que exige la regla.
[cell class=spoiler]26-1/1
Significado de “se sabe o es prácticamente seguro”
Si una bola ha sido golpeada hacia un obstáculo de agua y no ha sido encontrada, el término “se sabe o es prácticamente seguro” indica el nivel de seguridad requerido para que el jugador pueda proceder de acuerdo con la Regla 26-1. Un jugador no puede asumir que su bola está en un obstáculo de agua simplemente porque exista una posibilidad que la bola
pueda estar en el obstáculo. Si no se sabe que la bola está en el obstáculo de agua, para que el jugador pueda proceder de acuerdo con la Regla 26-1, no debe haber casi ninguna duda de que la bola está en el obstáculo. De otro modo, una bola que no puede ser encontrada, debe considerarse perdida fuera del obstáculo y el jugador debe proceder de acuerdo con la Regla 27-1.
Para determinar si es sabido o existe práctica seguridad, se debe tener en cuenta toda la evidencia disponible, incluyendo cualquier testimonio y las condiciones físicas de la zona alrededor del obstáculo de agua. Por ejemplo, si un obstáculo de agua está rodeado por una calle en la que difícilmente podría perderse una bola, existe una mayor certidumbre de que la bola está en el obstáculo de la que habría si hubiese rough espeso en la zona. Observar la salpicadura de una bola en un obstáculo de agua no proporcionaría necesariamente conocimiento o práctica seguridad sobre la localización de la bola, ya que a veces esa bola puede saltar fuera del agua.
El mismo principio se aplicaría a una bola que ha podido ser movida por una causa ajena (Regla 18-1) o una bola que no ha sido encontrada y puede estar en una obstrucción (Regla 24-3) o en una condición anormal del terreno (Regla 25-1c).[/cell]
Aplicando dicho principio el árbitro actúa correctamente, resolviendo una situación de hecho, con arreglo a los testimonios de los jugadores y las restantes evidencias (D 34-3/9).
Saludos,