Dos cosas tan fundamentales como fáciles de olvidar.
Para el timing un buen ejercicio es tratar de alcanzar la velocidad máxima pasada la bola. En un diestro, como a las 4 en vez de a las 6 del reloj. Los matracos tendemos a acelerar al máximo desde el mismo principio de la bajada, lo que produce descolocación, pérdida de ángulos y desastres generales