De hecho, este año voy en barrena: empecé en 9,3 y acabo de inaugurar el 10,0.
En cambio, rara es la pachanga en la que pago ócaña y sí me dicen que estoy emboscado.
Reconozco errores de estrategia, malas decisiones y algo de mala suerte.
Pero sí, también me veo en tus palabras.
