Soy nuevo en este foro, y relativamente en el mundo del golf, lo que hace que esté completamente enamorado de este juego, como todos nosotros. Eso hace que a cualquier sitio que viaje, busque un sitio donde poder jugar o, al menos, pegar unas bolas.
Como esta semana santa viajaba a Hervás (casa de mi familia materna), un pueblo en el norte de Cáceres, miré en google maps campos de golf próximos a mi destino, descubriendo el campo de golf la Cerrallana, en la ciudad de Béjar, en la frontera entre Salamanca y Cáceres.
Investigando un poco sobre el campo, vi que era relativamente reciente (en el hoyo 2 hay una placa de inauguración del 2007, las homologaciones de la RFEG son del 2012), que es de titularidad pública (está en el polideportivo La Cerrallana, en la carretera de Béjar al bonito pueblo de Candelario) y que lo gestiona un pequeño club de aficionados, el club de golf Béjar.
Aquí tenemos una pequeña visión satélite del campo:

Podemos ver que está al lado de la autovía a-66, que sigue el camino de la Ruta de la Plata.
Al ver que tenía un campo cerca de mi destino, decido meter mis palos en el coche con la idea de ir. Llamo al teléfono que figura en la web y me explican todo muy amablemente. Una vez en Hervás, y viendo la previsión del tiempo, decido que el día para visitarlo era el jueves.
¡Pues allí vamos! Mientras iba, ya me barruntaba lo que me iba a encontrar. Un campo tendiendo a rústico, sencillo. Eso fue lo que encontré al llegar.

Era de esperar. Algo sencillo y algo rústico. Sabía que para poder jugar tenía que comprar un green fee (12 euros en festivo no socio) y que no se compran en el campo, sino en un restaurante a unos 100 metros de la entrada al campo.
Una vez pasada la entrada, lo primero que ves es el campo de prácticas, con el área de approach

Y la cancha de prácticas


Viendo las fotos ya se ve que es un campo humilde y sencillo.
En fin, vamos andando al tee del 1 y encuentro un tee de salida que es una alfombra de prácticas, al estilo de un pitch&putt. 115 metros cuesta abajo asi que cojo mi 46 grados y... ¡bingo!, al green. Al llegar al green, el paisaje era francamente hermoso, por lo que después del par, decido hacer otra foto

Realmente bonitas, las vistas de la sierra de Gredos y la estación de La Covatilla (para los aficionados al esquí).
Pasamos al tee del 2 y me encuentro unas torres de luz enormes en medio del trayecto del hoyo, otra muestra de la humildad del campo.
Sigo con el reportaje, aquí está el tee del 3 de amarillas. Esta foto resume muy bien cómo es el campo

Un campo que no iba a perdonar ningún fallo. Calles que no son del todo tal, ausencia de rough que se sustituye por zonas de matorral donde va a ser imposible encontrar una bola, y gran pendiente en las calles, sea cuesta arriba o cuesta abajo.

Los carteles están en buen estado, pudiéndose ver bien cómo son los hoyos

Para terminar, al final del hoyo 9, una vista de la Casa Club

En resumen, después de la vuelta:
- Son 9 greenes para “36 hoyos”, hay 9 tees de salida con 5 pares 4 y 4 pares 3, y 18 tees de P&P
- Un campo que no perdona errores, si la bola no la dejas fácil de ver no la encontrarás.
- Aunque es rústico, están bien cuidados búnkeres y greenes.
- Las vistas de Gredos son impresionantes
- Es, digamos, económico
Y para terminar, una reflexión. Ante la cada vez mayor repulsión que causa el golf a mucha gente, que aparezcan campos como éste es algo fundamental, por la capacidad de mimetizarse con la naturaleza de la zona y por la capacidad de aproximar el golf a todo el mundo.
Espero que os haya gustado el reportaje