Como sin duda sabréis me encuentro lesionado, lo cual no me ha impedido ir a tecnificarme hoy. Dado que se me ha avisado de la posibilidad de banearme si insisto en insertar fotos de mi pie en éste nuestro foro, me he quedado huérfano de objetivos y he decidido jugarme el tipo e ir al draivinreinch.
Como iba diciendo, hoy he ido a tecnificarme (porque yo no entreno ni tiro bolas, quede claro: me tecnifico). Y comoquiera que no puedo levantar garbosamente la patita derecha tras golpear la bola, me he centrado en la dirección de la misma sin importarme hacer menos de 170 metros con el h8. Como era de esperar, los resultados han sido magníficos y he pasado a ser la envidia y comidilla de toda la línea de tiro.
Además, he aprendido una cosa que considero de vital importancia: el cuerpo tiene memoria.... para lo bueno y para lo malo. Tras cualquier golpe el cuerpo tiende a recordarlo, y es muy probable que de repetirlo rápidamente, salga un golpe similar; Si el golpe es bueno, miel sobre hojuelas... pero si es malo es probable que entremos en una peligrosa dinámica autodestructiva de nuestro suin, amén de toda una serie de consecuencias psicológicas de negatividad manifiesta. Asi pues, he modificado mi rutina: antes de cada bolazo me alejo dos o tres metros, fijo una dirección a la bola, levanto el palo y miro hacia ande tengo que tirar... tomo una referencia en el suelo y coloco la cara del palo. Así, tras un golpe malo, no sigo dando golpes malos. El porcentaje de éstos ha bajado considerablemente, así que me siento muy ufano y congratulesco.
Todo lo anterior está muy bien, pensará algún pollo, pero no me interesa lo más mínimo. Lo comprendo y no te falta razón, ser avícola sin igual, pero es que al igual que los deportistan calientan antes de jugar, yo también necesito calentar antes de escribir.
El caso es que, estando en la línea de tiro pensando en mis cositas, ha llegado un pollo y se ha situado entre el humano que tenía a mi derecha y su segura servidora. Aunque yo estaba concentrado, prácticamente en trance y/o sublimado, he notado su presencia porque el color azul eléctrico de la sudadera que llevaba ha logrado herir mis retinas. Gracias a Dios que dicha sudadera incluía diversos logos de marcas de electrodomésticos que apagaban el punzante color azul, de otro modo ahora mismo sería aún más parecido a Serafín Zubiri de lo que soy.
Pues si, el pollo iba como un pincel... de una tienda de chinos. De mediana edad, con melenilla albina, una gorrita a juego con el jersey y zapatitos de charol, se veía a la legua que tenía ganas de charla. Claramente, el típico 'leyes': personaje que da su opinión, generalmente absurda, molesta y estúpida, sin ser requerido. Un listillo de 'Todo a 100', ser humano molesto por definición.
El 'leyes' ha estado unos minutillos observando, merodeando... buscando a su presa; Hasta que la ha encontrado: el pollo que tenía a mi derecha. Quizás hubiera sido más divertido que me hubiese elegido a mi, pero hay que decir que aún teniendo un corazón de oro y un caracter melosón, mi cara es de mala hostia y de pocos amigos... más bien de ningún amigo.
Así que no me ha sorprendido que se dirigiera al compañero, y le espetara:
- 'Vaya, parece que se te está resistiendo ésto hoy...'
Hay que decir que el tío tenía tablas; Sabía perfectamente como iniciar una conversación insulta e intrascendente sin darse la menor importancia. El compañero se ha girado sorprendido, pero muy educadamente ha sonreído y ha dicho:
- 'Sí, entre el viento que hace y lo malo que soy yo...' (Nótese la modestia del buen hombre, que no sabía la que le iba a caer encima)
- 'Pues no me parece que lo hagas tan mal... ¿qué jandicar tienes?' (Lo de hablar del jandicar de buenas a primeras parece muy socorrido)
- 'Uf.. cada día más' - dice el otro
- 'Oye, pues es que he visto... bueno, si te molesta que te comente....'
- '¡No, por favor! Los comentarios me ayudan a aprender ' (Aquí es donde la ha cagao definitivamente; Los ojos del 'leyes' han brillado y se le ha iluminado la cara).
- 'Pues verás... te quería decir una cosa: recuerda que los palos hacen lo que tú les dices... ' (Tócate los cojones con la primera ley) 'Si al palo le dices que le de recta, le dará recta; Si le dices que la tire a la derecha, la tirará a la derecha'
Al escuchar éste comentario de estupidez supina no he podido evitar que se me descolgase completamente la mandíbula, y creo que he llegado a babear. Pero 'El leyes' seguía con su clase...
- 'Mira, vas a ver... voy a coger ésta maderita... ya ves, es una simple maderita, y la voy a tirar recta. Yo le digo, bueno, me digo a mi mismo que la voy a tirar recta y ya verás... bueno, ahora seguro que me sale mal...'
Y el pollo le arrea con la 'maderita' y, efectivamente, una mierda de golpe como pocos se han visto ésta mañana en la provincia de Valencia.
- 'Joer, ya sabía yo que ahora me iba a salir mal... por hacerme el listo' (pues coño, si lo sabías haberte ido al otro extremo de la línea que no había nadie, mentecato)
Su clase magistral ha continuado. Su alumno empezaba a dar muestras más que evidentes de

He de reconocer que no he podido aguantar más: estos personajes me sacan de quicio, así que he tras verle hacer varias posturitas y golpes más, he decidido irme. Pero hete aquí que he notado movimientos en mi estómago, y recogiendo mis cosas y mi carrito me he acercado a la papelera que estaba justo al lado del 'leyes'; Allí, sin pudor alguno y mientras tiraba unos papelillos, he dado rienda suelta al más juguetón de mis esfínteres dejando al listo en compañía de mi alter ego gaseoso. Se lo merecía.
Hala majos, hasta otra y que aproveche.