por Barri » Sab Jun 12, 2010 1:33 am
Queridos Luises y Luisas:
Después de muchas jornadas de tecnificación, dos torneos oficiales, dos eventos galáctico por equipos y todavía inmerso en la liga mediterránea de GG (en la que me he marcado como objetivo ser el ganador moral si no puedo acabar entre los 30 primeros), he alcanzado el siguiente nivel. Como lo oís.
Si en algo ocupo mayormente mi tiempo, golfísticamente hablando, es en el análisis de los datos. Acostumbrado como estoy a trabajar con estadísticas y series de datos, gráficos y mandangas diversas, me encanta analizar mi juego y progresión/regresión para buscar soluciones a los cienes de problemas que me acucian. Dicho ésto, entenderéis lo que viene a continuación.
Hoy ha sido un día intenso (no en horas dedicadas sino en resultados) en cuanto a glof se refiere, marcado por tres sucedidos extraordinarios:
1.- He recibido una clase de hora y media por el campo. Gracias a los comentarios de mis compañeros, especialmente de Nakio y Viernes que son con quienes he jugado más la última semana, he ido a darle la matraca a mi pro. Hemos jugado tres hoyos (raya, bogey, par) en los que me ha grabado en eslou-mosion todos y cada uno de mis golpes, extrayendo enriquecedoras conclusiones y, además, proveyéndome de remedios. Tras aplicar uno de esos remedios a mi ya de por si majestuoso suin, me ha vuelto a grabar: sinceramente, no cuelgo el video para no dar envidia. La elegancia que desprendo, la gracia de mis movimientos, la sincronía de todo mi ser no tienen parangón alguno. ¿Qué sería hoy el glof si hubiera comenzado a jugar cuando me aparecieron los primeros granos puberteros? ¿Sería Tiger el número uno? ¿Hubiera sido yo quien se disculpara públicamente tras reconocer que había conocido (en el sentido bíblico del término) cienes y cienes de mozas picaronas? Sin duda, así sería. O más.
2.- No me han dejado entrar en un campo de glof. Si, mis queridos Luises: con la extemporánea excusa de que a partir de las 13 horas y hasta el lunes no se admitía en el campo a quienes no fueran socios de tal clup, me han negado una horita de tecnificación rápida: una amable señorita me ha informado de tal cosa. Evidentemente, no sabía con quién estaba hablando; Dada mi natural modestia y bonhomía, no he querido violentarla ni avergonzarla mentándole que estaba hablando con el pollo supremo, el poseedor del DON. Si en los próximos días se queman los grines, se agrietan los tepes o los jardineros se pasean desnudos por el campo con total desvergüenza correteando ancianas, sabrán que reciben su merecido castigo y que mejor no interponerse en otra ocasión en asuntos divinos. Las siete plagas de Egipto puede que les parezcan una bromita inocente en comparación.
3.- He adquirido el llamado a ser el palo más importante de mi bolsa. Como digo, me fijo mucho en mis compañeros de partida que afortunadamente son todos mejores que yo... de momento. Y me fijo también en el equipo que llevan. Ultimamente me estaba obsesionando conadquirir un híbrido de 18-19 degrees, con la intención de colar la bola entre medias de lo que hago con el híbrido de 21 y la madera 3; Pero, tras analizar el equipo de mis compañeros, descubrí que me faltaba algo en mi equipo que todos ellos tenían: el pescabolas.
Si señores. Sin importar categoría, sean de 3ª o de 1ª, todos llevan pescabolas. Inocente de mi, no adquirí dicho artilugio en mis inicios, pensando que en pasando el tiempo no lo necesitaría dado que no tiraría bolas al agua (o tiraría pocas, o las que tirase sería adrede). Darme cuenta de tal erróneo pensamiento es lo que me asegura que he alcanzado el siguiente nivel: nunca, y cuando digo nunca quiero decir jamás, dejaré de tirar bolas al agua. Lo que puedo hacer, si acaso, es comprar menos. Y de ahí la adquisición del pescabolas.
Así pues, el círculo se cierra. Vuelvo a ser pescador.
'Yo también creo que en Humor Amarillo moría gente' (Anónimo)
'Nos hemos inventado paises guays como jangley , mengler an glevar' (Los viejunos)