La crónica no tiene mucha letra pues mi barco le encallé y le hundí yo solo. Siento no haber presentado batalla y haber librado un abordaje entretenido.
La verdad es que llegué tarde al partido y cuando quise meterme en él estábamos en el hoyo 8 y ya estaba 6 hoyos abajo.
Reaccioné sacando pecho algunos hoyos pero ya era tarde y la desventaja mucha.
En el hoyo 13 no fui capaz de meter un putt de 1 m para ganarle y seguir vivo y lo tiré por la borda. Fue el colofón de una jornada negra para mí y para el golf y más jugando por los colores corsarios.
No voy a disculparme como Felipe II con La Armada Invencible diciendo que no mandó sus naves a luchar contra los elementos, no, no lo voy a hacer, porque a Javier le cayó el agua igual que a mí. La diferencia estuvo en que él manejó muy bien el timón y aprestó su barco para la batalla y con la primera andanada me desarboló y me dejó solamente con la mesana. Cuando logré poner la nave en orden de batalla ya me estaba hundiendo.
A buen seguro que hubiera habido un incierto y bonito enfrentamiento si hubiera hecho un buen zafarrancho de combate.
No hay mal que por bien no venga, de esta forma podremos enfrentarnos a los Filis. me apetecía..

