por Nano Saiz » Lun Mar 31, 2008 9:24 pm
Pues si… creo que el partido, merece una crónica mejor. O como mínimo, mas larga…
Se me hace difícil, aunque creo que lo lograré, contar como ocurrió, o mejor dicho lo que ocurrió, sin sentir cierta nostalgia por que para bien o para mal, hay momentos que merecen ser disfrutados… hasta que llega el final.
Aunque en realidad, contar todo lo que ocurrió, hoyo por hoyo, pinta poco en esta historia. Además, se puede resumir muy fácil.
Fue un partido desastroso en el que en el hoyo 8 iba 5 abajo… sin llegar a embocar en la mayoría de los hoyos que perdí. Así de sencillo.
Claro que hubo anécdotas, como que en el par 3 de unos 170 metros (no recuerdo cual es) JM pegara una madera 5 que botó en el agua y se quedó en green a 3 metros de bandera… manda cojones.
O que en el hoyo siguiente, que es un marcado dog leg derecha, yo pegara un pedazo de driver que todos decían que estaría FL, por lo que jugué una provisional, aunque yo tenía el convencimiento de que estaba allí. Y estaba. Pegadita a la estaca de 100.
Pero yo, como las putas viejas, sé lo que queréis… y os lo voy a dar. Por que me apetece, y creo que merece ser contado. Intentaré que sea “bien contado”.
Empaté el partido en el 17. Y salí como un rayo al tee del 18. Estaba pletórico y sabia que aún podía ser…
La adrenalina me salía por las orejas. Venia jugando bien los últimos hoyos, y había remontado poco a poco, hasta llegar a dejar anulados los 17 anteriores.
Pinché el Drive, y buscando esas sensaciones que me hacen tener confianza la pegué duro. Salio bastante buena, un poco por la izquierda pero larga, y la suerte quiso que se parara justa antes de entrar a bunker. Un poco de suerte, por fin…
JM salió más corto, pero más en calle. Por la derecha.
Llego a mi bola, y está perfecta. El stance es cómo en una alfombrilla, los pies a la misma altura que la bola, césped mullido bajo esta, y tiro libre y despejado en dirección a green.
Por un momento dudo en sacar el hibrido, pero las 3 veces que lo he usado, la bola a abierto mas de lo esperado, y no quiero pifiarla por lo que saco el h4 de la bolsa, hago un swing de practica y me pongo a la bola. La pego fuerte, y el sonido que me llega, ya me da buena impresión.
La miro y vuela cerrando y muy larga. Cae justo al lado de la estaca de 100, en todo el centro de la calle.
Justo en ese momento, soy consciente de que si JM me pide que repita el golpe, tendré que hacerlo por que he jugado antes que él, mientras que su bola está mas atrás.
Afortunadamente no lo hace, y decido calmarme y jugar con cabeza.
Durante lo últimos 3 hoyos, los 2 nos hemos vigilado cada golpe, para ver que todo ocurría de acuerdo a las normas y reglas (las que nos sepamos, claro) pero sin embargo en el 18 no lo hicimos así.
El pega su bola y se va al raugh de la izquierda, pero avanza bastantes metros.
Entonces es cuando veo a la “marabunta” caminando hacia nosotros, y empiezo a temerme lo peor… o lo mejor.
Tigre venia el primero y estaba serio, por lo que ya intuí que la cosa estaba justa…
Entonces se produjo la conversación mas seria que he tenido con Quique desde que le conozco. No me refiero a una conversación seria en tono y no en fondo, sino a ese tipo de conversación en la que no te cabe ninguna duda de que no hay bromas ni medias verdades. Y sobre todo de que la persona con quien la estás manteniendo está ahí para ayudar. Y fue mas o menos así:
- ¿Cómo vas?
- Acabo de empatar en el 17
- ¿Estás ahí de 2?
- Si.
- ¿Y el?
- Mas corto y a la izquierda, pero también de 2… Quique, ¿Cómo vamos?
- Tranquilo. Vamos a dejar que juegue él, y depende de lo que haga te lo digo.
- *****…
JM juega su bola y da un medio rabazo, no lo suficientemente malo para lo que yo deseaba. Lo confieso.
Sale casi rodando, en dirección al agua de la derecha, pero la muy cabrona se para antes, fuera de green.
Avanzamos hacia mi bola, y le pregunto.
- Quique, ¿Cómo vamos? Dime la verdad.
- Necesitamos que ganes para empatar.
- Me cago en la madre que me parió…
- Tranquilo.
Entonces es cuando de verdad sentí la estupidez de ir tirando hoyo por hoyo, putt tras putt. Que error ir a la cancha a tirar bolas antes, pero no patear. Tirar un putt de 5 metros, y dejar la bola a 4 por el otro lado es algo que no debería pasarme. Es imposible jugar así…
Los 38 o 40 que estaban por allí, se lo estaban pasando en grande. Y lo entiendo…
Intento ser lo mas positivo posible, y comienzo a pensar que el agobiado es él. Tenía el partido ganado ya en el 8, y ahora no podía permitirse ni un solo error. Yo, tenía el partido perdido en el 5, y ahora tenía la oportunidad de que los 10 minutos de gloria fueran para mí. Todavía…
Me giro un poco y veo que, como en la tele, detrás de nosotros, y por la izquierda también, vienen todos los demás comentando todo tipo de cosas y animando a uno y a otro.
Hasta Jakot en el viaje de vuelta me comentó que ni a él en el campeonato de España le había seguido tanta gente.
La parte cachonda de esta historia la puso Dani, que ya había perdido su partido a manos de Mr. Regu (Alias Don Tiralíneas) que en un momento tuvo que gritar:
“¡¡¡¡ A ver… Sé que soy un paquete, pero por favor, ¿podríais quitaros para que yo juegue mi bola?¡¡¡”
Obviamente el descojone fue general. Y merecido además.
La bola está justo en la estaca de 100. Aún sopla un poco en contra el aire que nos castigó durante los 17 anteriores.
Son 100 hasta la entrada al green. La bandera está a la izquierda, mas al fondo que a la entrada, y detrás, el agua. (Así la recuerdo, pero no estoy seguro… la verdad)
Calculo que debo pensar en unos 110 metros… pero durante toda la vuelta, la bola que botaba en cercanías del green avanzaba mucho, y rodaba la hostia de metros.
Decido pegar un 9, y sobre todo no acucharar la bola.
La pega de acuchararla, es que sube mucho. La ventaja es que nunca doy un topazo, y socket cuando lo hago.
Me pongo a la bola, y después de un swing de práctica, todo desaparece. Solo veía la bola.
Comienzo la subida, con el brazo izquierdo muy estirado, que es lo que me permite saber hasta donde subo, y bajo sin miedo, pero la acucharo, y sale muy alta y corta.
A Quique se le escapa el grito: ¡¡¡ VUELA…¡¡¡
Pero como dice no sé quien, la bola es sorda, y no hago ni 90 metros… (mas o menos)
Mierda… Extrañamente. El golpe es jaleado por el respetable…
Desde muy fuera del green, JM patea, sea queda muy corto, pero entra en green, y la bola se para a unos 5 ó 6 metros del hoyo.
El publico enloquece… se oye de todo, y en todas direcciones…
Casi en una nube, y con mas calma de lo que yo podía esperar, me pongo frente a Quique de nuevo. Y me habla:
- ¿Qué vas a jugar?
- Un 7 rodadito…
Se le cambia la cara de color…
- El green te recibe muy cuesta abajo… ¿Te sientes con confianza con el blaster?
- Si…
- Yo la botaría a unos 3 ó 4 metros del green.
- Vale.
Cuando dije vale, me refería a que le había entendido… no a que yo fuera capaz de hacerlo…
El 58º es una máquina de hacer “cohetillos” que casi siempre acaban en el agua, por lo que ni le miro, y saco el 52.
Es el segundo palo que limpio, por que lo hago en orden, y le dejo como nuevo siempre, por lo que espero que me recompense… además la bola está sobre una capa de césped mas grueso, por lo que me resultará mas fácil meter el palo por abajo.
Hago ¾ de swing escaso, pero con velocidad. Como me dice Jakot “Subir poco no significa darle flojo a la bola. Hay que bajar con velocidad”
La bola salta y vuela, mas o menos como yo esperaba. No sé si botó a 3 ó 4 ó 1 metro antes del green, pero botó antes y entró rodando, quedándose parada a unos 2 metros del hoyo.
“Perfecto” dice Quique…
No sé como será parir… pero aquí me quedé yo como si hubiera parido…
Con todos los jugadores alrededor del green, y mi súper Scotty en la mano, me acerco a mi bola, y me coloco detrás. Quique, a mi lado.
- ¿Qué ves Nano?
- Derecha – Izquierda. Tal vez derecha por dentro.
- Muy poco por dentro.
- O.k.
Obviamente, JM pateaba primero, y Dani estaba agachado a su lado. De todos es sabido que Dani patea bien. Pero Quique patea de ***** madre, por lo que todo estaba en tablas…
Además, seamos sinceros. JM tenía un putt de unos 5 ó 6 metros, con ligera caída y muy cuesta abajo. Bastante más de lo que la foto aparenta.
Se podría decir que estaba en “territorio de 3 putts” y yo de 2…
O a mi se me hizo corto, o tardó muy poco en decidirse… El caso es que se puso a la bola y la tocó suave, muy suave.
No fue uno de esos putt que se tiran a tablero, ni que entran desde una distancia kilométrica y entran por pura lotería. Simplemente fue un putt tirado perfecto.
Casi en la última vuelta, la bola entró mansa, y desató la locura Blue. Invasión de green y alegría lógica.
¿Nunca habéis oído hablar del “filo de la navaja”? ¿Eso que dicen que es la distancia que separa el éxito del fracaso…? Pues es verdad.
Felicito, de nuevo, a Juan Manuel por el partido que jugó y por el purazo que metió.
Para Quique… pues que gracias. Que me ayudó mucho mas de lo que piensa.
La parte positiva, es que estoy razonablemente satisfecho con la recuperación que conseguí después de ir muy mal, y de cómo jugué el 18, dándose las circunstancias que se dieron…
Ya es lunes, y desde el domingo he recibido MUCHOS mensajes de animo e incluso de felicitación por jugar con esa presión de una forma “aceptable”. Los agradezco de corazón.
A todos.
Sé que puedo jugar mejor.
"El handicap indica tu mejor nivel de juego y no el resultado que haces habitualmente.
Si eres legal cumplir handicap es hacer un gran resultado."