Por eso quiero compartirlo con todos los foreros aqui, aunque es un articulo de MARCA.com ... detallo su contenido
1.- Severiano está en el bunker. Es una situación dramática. Para él y para Europa. Severiano ha abierto la sesión de duelos individuales del domingo, la decisiva para atribuir la Ryder Cup.
2.- Estamos en el National Golf Club de Palm Beach a mediados de octubre de 1983 y sopla un viento fuerte y racheado en los greens de Florida. Desde hace cuatro años, la selección europea ha sustituido a la británica en el enfrentamiento con Estados Unidos. En Palm Beach compiten dos escuadras prodigiosas al mando de dos capitanes formidables: Tony Jacklin por Europa y nada menos que Jack Nicklaus por Estados Unidos.
3.- En este mediodía de domingo, ambos equipos están empatados a ocho puntos y los capitanes deciden estrategias opuestas. Europa sale con sus pesos pesados de inicio: Severiano, Nick Faldo y Bernhard Langer. Estados Unidos reserva a sus tres grandes para el final: Lanny Wadkins, Ray Floyd y Tom Watson.
4.- Así que Seve abre el baile ante Fuzzy Zoeller y empieza barriéndole: cuatro birdies seguidos le aseguran una ventaja que parece irreversible hasta que Zoeller gana cuatro hoyos consecutivos, con lo que se presentan empatados en el 18. Y entonces Severiano marra el drive y envía la bola a un rough frondoso, del que solo puede salir lanzando la bola al bunker próximo.
5.- La bola está en la arena, demasiado cerca de la pared del bunker, dificultando los apoyos del golfista, mientras Zoeller, sin embargo, ya se encuentra en green de dos golpes. Parece la sentencia anímica para Europa: su mejor hombre va camino de la derrota tras llevar tres hoyos de ventaja a falta de cinco por jugar. Los americanos se frotan las manos: el gran Sevvy será vencido.
6.- La ortodoxia dice que hace falta un wedge para poner la bola en calle y renunciar al triunfo, pero Severiano pide madera 3. Madera 3!!! Se ha vuelto loco, piensan todos, el capitán Jacklin, el primero. "¡Qué hace!", exclama Langer. Pies inestables en el bunker, la bola mal situada, el viento sopla en contra y aún queda lo peor: está a 224 metros de un hoyo rodeado por agua a derecha e izquierda, en un rincón ciego del campo. Es el golpe imposible.
7.- La situación es desesperada, pero Ballesteros agarra esa maderita 3 que hoy nos parecería de juguete y rompe el aire. Vuela la bola, silbando como un cohete, lejos de la arenisca, hacia la izquierda, dirección al agua, pero a los 150 metros empieza a describir una curva aguda cambiando de dirección hacia la derecha para acabar aterrizando, contra todo pronóstico, en pleno green.
8.- "Era el golpe imposible" escribiría Dai Davies en The Guardian. "El mejor golpe que nunca he visto", declararía Jack Nicklaus. "Dicen que los grandes golfistas dan grandes golpes, pero aquél golpe me dejó bizco", diría Fuzzy Zoeller. No hay imágenes grabadas del prodigio, sólo testigos boquiabiertos sobre un campo enmudecido. Solo nos quedan las palabras explosivas de quienes vivieron el momento milagroso y una fotografía de la agencia Getty que inmortaliza el instante, con Faldo fuera del bunker apretándose el mentón, como esperando la catástrofe.
y 9.- Seve no ganaría aquel último hoyo, pero lo salvó a partir de ese golpe deslumbrante. Europa no ganaría aquella Ryder, pero sí las tres siguientes y muchas más a continuación, hasta el punto de invertir el sentido de la historia y el dominio en el golf mundial. Además de un milagro, aquel arrebato de locura de Seve supuso una aportación mayúscula: sí, dijo el hombre parco en palabras, lo imposible podía hacerse. Bastaba con creer.
