GRAN FINAL II Liga Andaluza Galaxia Golf

[walka]

Qué grande Faroni! no había leído tu crónica.

Un placer compartir partido contigo, y con Kurgan y Lafusta, y espero que ese placer se repita pronto.

[Samurai]

Correcta o políticamente incorrecta la expresión, me autorizo a revertirla para decir que SI tengo excusa por no haber tenido la delicadeza de abundar en mi experiencia personal y colectiva en la finalísima. Pero esa es otra historia.

El sabadete resultó ser un cocktail perfecto de “golf and friends” ©. En realidad, el programa empezó la víspera compartiendo delicatessen en una cena informal con Walka y señora, Samurai, Marcial y el capo caribeño. Quinielas para la gran final y los prudentes nos retiramos a medianoche para que los guerrilleros repostaran nitro extra un ratito más.

El amanecer trajo consigo los mejores presagios para hacer tolerable el completito recorrido que nos esperaba. Sol, aire en calma y ni frio ni calor. Todos contentos. Reparto de saludos y ejercicio de memorización de caretos, nombres y alias. “Carajo, tio, te hacía más alto. Pues yo a ti, menos cabezón”, “¿Oye, Yamamoto, tú cuántos puntos tienes?. Perdona bonito, soy Samurai y vengo fuera de concurso”… y así hasta que te dan con un driver en el cogote, que te toca salir, campeón.

Mi partida, chachi-piruli. A estos me los como vuelta y vuelta. Ja. Walka, un auténtico hidalgo, caballero donde los haya, prudente, discreto, que festejaba con moderación los buenos golpes propios y ajenos, no tuvo el día que se adivina tras su estilo. Kurgan, un disfrutón que se ríe de su sombra, de la tuya y de la que proyectan sus palos en la hierba. Alucinante verle hacer el swing de prácticas en un solo gesto y en el golpeo, marcar siete tiempos y catorce ángulos para poner la bola dentro de la provincia del hoyo. A veces no, pocas, pero entonces ahí estaba la roca viva, para devolver alguna que otra a la mediana. Lafusta, que peligro tiene. Te adivina el origen perdido de tu nick con la misma facilidad que las caídas de los greenes. Empezó titubeante palpándole el trasero al campo con excesiva cautela y terminó a lo grande, pellizcándole las carnes a saco. Encantado de compartir contigo los gustos literarios y el running. En la próxima enésima reorganización del altillo de mi armario, buscaré el certificado de aquellos 42 km. de juventud. Espero que la media maratón de Córdoba resulte una borrachera de endorfinas.

Y sobre mí, en la ratonera antequerana no valen medias tintas, o ángel o demonio, no un hoyo una cosa y en otro la opuesta. Juego inconsistente, eternamente instalado en cumplir su mierdi-handicap. Al menos, se compensaron dos rayajos seguidos en el 15 y 16, operando milagros en el 17 y el 18 (par y birdie) para irte con el cuerpo engañao.

Ya en la mesa, compartiendo magnífico surtido gastronómico al gusto, derroche de anécdotas y sucedidos durante la jornada y de otros tiempos, no sólo de golf, que parece ser que hay vida ahí fuera. Entrega de premios merecidos y meritorios, justa y comedida. Como dije a bote pronto, más y mejor de lo mismo para próximos encuentros, con la III Liga como hilo conductor. Hagan juego, señores.

Alucinante luigi me parece estar leyendo al arcipreste de hita, buenisimo un abrazo