Desde un tiempo atrás, por razones de trabajo, he tenido una racha de nada practicar y poco jugar. Sólo alguna que otra ronda de 9 hoyos, siempre con el tiempo justo y a horas intempestivas. El resultado en esas mini rondas siempre descorazonador, rondando los 55 golpes, pero además con sensaciones de juego muy malo. Salidas pésimas sin pillar ni una calle, recuperaciones peores y juego corto (antaño mi fuerte) ausente totalmente. El putt ni mentarlo.
Ayer por fin pude disponer de una tarde libre para hacer 18 joles. Y sucedió un ¿milagro o poltergeist?. Para empezar, mis compañeros de partida: un sevillano saladísimo, jubilado, apodado en su club el "hombre boggie". No tenía pegada y es un autodidacta. Pero no perdió ni una calle en los 9 hoyos que compartimos. Iba con un amiguete con el que llevaban una picada de esas que te hacen reir a cada golpe que preparan.
Bueno, el caso es que en los 9 primeros hoyos, sin mayor explicación, a mi driver le dio por tirar unos chufos endiablados, rectos y largos. Cogí las 7 calles de 7 posibles. Algunas con salidas realmente largas, como por ejemplo en el hoyo 6, donde coroné la loma y de segundo tenía visión del green. Los que lo recuerden o juegan por aquí sabrán lo que significa. En el 7 la dejé a unos 50 mts de green


Me despedí de mis compañeros pues íbamos con un adelanto de 25 minutos y había quedado con Viernes para la segunda vuelta. Los dejé en su "riña" propia. Me contaron unas cuantas anécdotas, alguna muy interesante respecto a los motivos del estropicio que sufrió el campo el año pasado, que me reservo para contarlos a quienes visitéis el campo

Al iniciar la segunda vuelta con Viernes y otro tercer jugador pensé que igual se acabó la magia del día. Pero en el 10 volví a pegar un drive largo, recto y al centro. Cogí menos calles, pero fui muy regular, sin ninguna gran cagada-raya stableford. Otro par más, en el HOYO 18, sí, el 18, gracias a un buen approach desde el rough con el pitch. 5 Boggeys, algunos con opción de par. El resultado final no es para lanzar cohetes, 98 golpes, aunque en stableford supongan 42 puntos. Lo sorprendente son los 14 puntos scratch gracias a esos 4 pares. Pero si pienso en la racha que llevaba ha renacido en mí la esperanza de volver a cumplir con mi Hcp. Sé que mañana volveré a la Tierra bajando de esa nube en la que he dormido esta noche.
En fin, que como veréis la historia es una simple batallita, sin gesta alguna, pero fue un gran día, por los compañeros en las 2 vueltas y por la sensación con el drive.
Y eso es todo, amigos
