El sábado me hice 18 hoyitos, sin mi SS, en los cuales me hice 82 golpes repartidos de la siguiente manera:
1ª vuelta - 46 golpes, incluyendo un 8 en un par 4, con lo que está más o menos bien sin contar ese hoyo.
2ª vuelta - ¡36 golpes! ¡Par del campo!, con tres birdies, tres pares y tres bogeys (uno de ellos con dropaje incluido)
El domingo se vino mi SS para ver con sus propios ojitos si de verdad he aprendido a jugar al golf o era pura mentira:
1ª vuelta - 42 golpes, 3 abajo, con un birdie, 4 pares, 2 bogeys y 2 dobles bogeys
En la 2ª vuelta, hasta el hoyo 15, tres arriba del campo, con tres pares y tres bogeys. Después, hoyo 16 = triple bogey con 2 approach y ¡4 putts!, hoyo 17 = doble boggey, hoyo 18 = doble boggey
2ª vuelta - 45 golpes. Simplemente haciendo bogey en esos tres hoyos tenía otros 41 para la buchaca para hacerme 83 golpes. Al final fueron 87 (2 abajo)
Desde el hoyo 10 del sábado hasta el 15 del domingo sentía que todo era posible, salidas largas y rectas, segundos golpes a 3 ó 4 metros de bandera, si fallaba una salida (di un par de rabazos que pasaron apenas la salida de señoras) el golpe de recuperación era impecable... en fin, sentía lo que es jugar al golf de verdad y me consideraba infalible. Los que hayan tenido momentos "mágicos" conocerán la sensación a la que me refiero y sabrán lo que se disfruta. El recuento es espectacular (para mi nivel): 4 birdies, 10 pares, 8 bogeys y 2 dobles bogeys.
Luego llegó el tío Paco con las rebajas y me devolvió a la realidad, "esto no son los mundos de Yupi, esto es golf y tu handicap te está esperando" me debió decir.

Sabemos que el golf es una cura de humildad cada vez que pisas el campo y no sé como me irá la próxima vez pero, eso es seguro, no olvidaré facilmente mi momento mágico.