por JohnDoe » Lun May 31, 2010 12:06 pm
Bueno, pues visto que hay por ahí un JUGADOR con mayúsculas que hace vueltas bajo par en torneo, con HIO incluido, mi pequeña historieta no se merece más que un mini post.
Sólo contaros que el viernes, en el torneo de El Fresnillo de Los Amigos del Golf me dieron el trofeo al 1er clasificado de primera categoría. Digo que me lo dieron porque, en buena ley, no lo había ganado. Se lo merecía un pollo que se marcó 39 points, batiendo claramente mis 35, pero me beneficié de que también ganaba en scratch y heredé su puesto en una categoría “primera” que estaba un poco descafeinada (hasta 18,4, creo que era la división).
Del juego, deciros que en realidad fue una muy mala vuelta y que la única buena noticia fue que en el juego corto me agarré como un condenado para tratar de recuperar lo que iba estropiciando con unas salidas desastrosas, todo el rato a la defensiva para ir salvando bogeys y ver si escampaba un poco. Al final lo medio arreglé acabando con par, DB, par y par para cerrar con 92 golpecitos, 1 por encima de mi hándicap (el campo me regalaba 1, así que jugaba con 19). En la tarjeta 6P, 7B, 2DB y 3 TB (3 7s en pares 4, el primero de ellos en nuestro primer hoyo, que era el 7)
Así que, en plan botella medio llena, 35 puntitos con 3 rayas es para estar casi contento, sobre todo con algunos chip y putt que me salvaron de compromisos varios. Ya sabéis, rollo “el día que aprenda a salir bien, fundo el campo”.
En el apartado botella medio vacía, hacía tiempo que no me marcaba una colección tan consistente de rabazos de salida, ya desde el primer hoyo. Creo que en toda la vuelta no hice más de 2 salidas no ya buenas, sino simplemente dignas, y para compensar otras 2 veces no pasé de rojas (menos mal que las cervezas y espirituosos del final eran barra libre). Añado aquí también que fallé 2 putts de menos de metro.
En el cajón de botella a rebosar, que pasé una mañana magnífica con Pumuki, Walka y Óscar (gracias especiales por lograr meterme a última hora en el torneo, tío), pese a que ninguno estuvimos finos. Y que no nos cayeron más que 4 gotas mal contadas durante un minuto, cuando los pronósticos interneteros daban altas posibilidades de tormenta.
El torneo, bien montado pero con poca gente. Cafecito antes de empezar, un buggie por el campo ofreciendo cada poco bebidas frías y fruta, e incluso sándwiches de Rodilla (ñam, ñam), y un cocktail al acabar que a mí me pareció muy pintón, aunque Óscar, que se conoce el circuito, comentó que otras veces había estado más lucido.