Si. Hoy he jugado mi primer torneo oficial de esos que si lo haces bien te ponen un jandicarl y si lo haces mal, otro. Acabo de descubrir con inmenso horror al comprobar la peich de la federaçao, que lo he hecho mal y me han subido dos décimas. Actualmente me hallo sumido en la más profunda de las depresiones y no sé si lograré superar tal bofetón a mi ego.
'¿Qué ha pasado, Oh inmenso y majestuoso ser superior?', sin duda os preguntaréis. Bien, pues la cosa es que he hecho 31 puntos alcánfor y a los altos estamentos de la federación no les ha gustado, imponiéndome un duro castigo e incrementando mi calificación como jugador de glof, cosa a todas luces injusta. No, no os indigneis. Tranquilizaos, mis pollos.
Sin entrar en discusiones vanas, que nos llevarían a la puerta de dicho estamento deportivo con teas y garrotas, os comentaré lo que ha sido para éste, vuestro pollo, la esperiensia.
La cosa es que tras ser agraciado con la concesión de licencia federativa y jandicarl en Enero, me marqué un año de plazo para empezar a jugar torneos. Pero hete aquí que hoy tenía que comer solo, cosa que odio, así que ayer pensé: 'Barri, ¿porqué no te vas al torneillo ese que por 15 leuros te pones hasta el culo de comer y beber mientras juegas al glof?' Y me convencí a mi mismo.
En contra de lo que muchos dicen de que si te tiemblan las piernas y se te mueve el vientre, he llegao al tee del 1 más tranquilo que un mejicano; Ni tembleque, ni gases contenidos en busca de salida, ni sequedad vaginal ni nada. El mismo Barri de siempre, templao y sereno.
Tras saludar a los compañeros de partida, un pollarrako y una pollarraka la mar de encantadores y que me han hecho la partida hiper-agradable, nos hemos puesto en círculo y nos hemos cambiado las tarjetas. 'A la de una, a la de dos y a la de.... TRES!', y nos íbamos cambiando los papelorios, en un juego de patio de colegio la mar de entretenido. Tras hacerlo tres veces, nos hemos quedado cada uno con su tarjeta, así que hemos tenido que hacerlo cuatro veces más para que cada uno tuviese la del otro.
A lo que íbamos... tee del 1. Dicen que es muy diferente jugar un torneo que una pachanga, pero para mí ha sido lo mismo: salida y bola al agua. Exactamente como siempre. No tenía todavía claro el asunto, he pensado que en el tee del 2 cambiaría la cosa, así que también he tirado la bola al agua. O sea, como siempre también.
Lo que ha resultado distinto es que, mientras que en un día cualquiera acabo con 8 golpes sin darme importancia alguna, hoy me he dropado en ambos hoyos acabando con 6 golpes en cada uno. Im-presionante.
En el hoyo tres, tras pretender curar mi slice de salida en los dos primeros hoyos apuntando a la izquierda, la bola ha salido recta hacia la izquierda. Es decir, como todos los días. Sé positivamente que mi slice se cura SIEMPRE en el hoyo 3, pero sigo insistiendo en apuntar a la izquierda con el resultado reseñado, ésto es, que la bola se va a la izquierda y acaba en un barranco; Pero eso da igual, porque también sé que saco el híbrido, le hago un rayote que la flipas pero la bola sale cagando virutas y echando millas del copón, como también ha sido hoy. Así pues, en dos golpes estaba donde siempre estoy en el hoyo 3. Lástima de tercer golpe, que casi declaro bola perdida tras buscarla 5 minutos y que mi compañera ha encontrado incrustada en el tronco de una palmera. Incrustada. In,(del latín 'dentro de') y crustada ('en la palmera'). Tras dropar convenientemente y dar un palazo al suelo, he conseguido echarme la primera raya del día, con 9 golpes en un par 5.
Hoyo 4. Aquí todo ha cambiado. Situado en el tee, presto para salir, he pensao: 'Ojo Barri, tranquilo, con tiento... vas a tirar para Albatross'. Salgo a la izquierda de calle (slice totalmente curado, ahora me dedico a ganchear bolas), dejándola en un montículo palmeril. Sin pensármelo cinco veces, cojo un hierrako y le meto un jostión que vuela 'quetecagasporlasbragas' y entra en grin. Dos pats y primer par del día.
Hoyo 5, par3. Bandera al fondo. Hierraco 6, la bola cae a la altura de bandera... quince metros a la derecha y justo detrás del tronco de una palmera. No tengo tiro y debo golpear alejando la bola de bandera, hago una frivolité, tiro un globo y me quedo al otro lado de grin, chip y dos pats, 6 golpes. Raya.
Hoyo 6, par 5. Este lo hago de p.m., pateo para par pero se queda la bola colgando. La empujo y bogey. 6 golpes.
Hoyo 7, par 3. Bandera colocada con muy mala idea a la izquierda de grin, dos metros hasta el agua. Le pego un buen hierro... justo dos metros a la izquierda de bandera. Agua. Me dropo a tiro de pw, pero hay viento en contra y decido jugar un 9 de tercer golpe. Me paso 10 metros de bandera pero estoy en grin, dos pats y 5 golpes.
Hoyo 8, 6 golpes. Hoyo 9, 8 golpes= raya.
Y entonces viene lo interesante y diferenciativo de un torneo frente a una pachanga: ¡Hay una carpa atendida por dos bellas señoritas que te ceban cual cerdo para la matanza!. Tras rechazar una cerveza y pedir un agua, he rechazado el agua y he pedido una cerveza. Y mientras tanto me he comido tres kilos de chorizo ibérico, dos de jamón, cuatro de salmón, un pincho de tortilla, un canapé de anchoa y no se qué más. Y un café expresso para rebajar. Y pa los siguientes nueve, un plátano y una botella de agua de lo más cuca. Esta es la verdadera diferencia entre torneo y pachanga: ágape en el primero, bocata envuelto en papel aluminio en la segunda. Ni más, ni menos. Puto filósofo estoy hecho...
Así pues, salimos de la carpa del 9 con el depósito lleno y sin fuerzas para levantar el palako. Aún así, hago bogey en el 10, doble bogey en el 11, bogey en el 12, bogey en el 13, par en el 14, triple bogey en el 15, raya en el 16, bogey en el 17 y rayote en el 18. Acabo especialmente contento por mi juego en los hoyos 12,13 y 14. En el trece, planifico el hoyo para pasar el lago de tercer golpe, cosa que hago con un hierraco 8 buenísimo y apunto estoy de hacer par con el primer put, teniendo que empujarla en el segundo.
En el 14 de salida me quedo en collarín de grin, muy lejos de bandera. Chipeo desde 25 metros y me queda a unos 7 del bujero... tiro el putt, me quedo mirando el suelo y oigo: '¡CLONK!' ¡PURAKO QUE TE DEFECAS! Par.
Y tras el 18 viene otra cosa interesante y diferenciativa de un torneo frente a una pachanga: hay una carpa y una zona chilau. Ojo, que no son butacones al fresco con musiqueli y bebercio: es una zona chilau. Que no va a ser lo mismo. Bien, sin entrar en la etimología del término 'chilau', digamos que el caso es que otras dos bellas señoritas, una de las cuales es hermana de la bella señorita del hoyo 9, te dan bebercio y comercio, en mi caso dos gintonics y dos cervezas, o al revés, que no me acuerdo. O tres gintonics, no sé. El caso es que se preocupan por tu salud y que no te deshidrates. No he tenido que negociar ni nada para que me diesen de beber.
En definitiva, que ma molao. Además me han regalao una cajita con tres bolas que tiraré al lago a la menor ocasión.
En fin, que me lo he pasao bien y he confirmado que me va jugar bajo presión. Yo estoy contento, aunque la fede diga que lo he hecho mal..
Hala, para las curiosas, mi tarjeta con el reflejo del juego:
