¡Qué poco dura la alegría en la casa del probe! Sí, polluelos, sí...
Ayer tocaba régimen, así que de nuevo sustituí una opípara comida (brócoli, coliflor y zanahoria al vapor) por una sesión tecnificadora. Más de uno entenderá ahora porqué prefiero tecnificarme a comer... en fin, todo por las mozuelas, se merecen verme pasear por la playa en agosto luciendo bronce y palmito.
Como sabéis, últimamente PALAKO y yo estamos enfadaos; Es el típico enfado de pareja, al que se le supone que tras él viene la reconciliación. Y ya se sabe que en las relaciones de pareja algunos de los momentos más felices se disfrutan al reconciliarse. Reconciliaos pues, reconciliaos todo lo que podáis.
Pues bien, andaba yo allí liao con el PALAKO, cuando enderrepente aparece mi pro en lontananza. Yo que lo ví, pensé: 'Ahora se va a cagar el pollo', dejé el PALAKO en la bolsa y cogí el 56, haciéndo unos aproachs a 60 metros impecables. Mientras seguía caminando hacia mi, cogí el h6 y empecé a zumbarle con ganas, lanzando unas bolas rectas que te cagas a la distancia normal que suelo tirarlas con el h6, unos 130 mts más o menos. 'Me va a dar el premio al alumno del mes', pensuve.
- Hola Barri, ¿cómo vas? -me saluda-.
- Bueno, ya ves... peleándome con el PALAKO, que no le doy bien ni cuando me equivoco.
- Vale, eso lo vemos ahora... ¿Has jugado ésta semana?
- Si, si.. ayer.
- ¿Y qué tal?
- Bueno, pues muy bien con la M3 y los hierros... y fatal con el putt. El driver aparcao en el coche.
- ¿Y eso?
- Pues porque si con la m3 hago 180 metros recto, pa qué coños quiero tirarla FL con el palakoloscojones... mira, vi a darle con la m3...
Total, que cojo la m3 y como le había dicho, me sale una bola recta que se va pasado el cartel de 150.
- ¿Has visto, pollo? -le digo-
- Si, si.. ahora coge el driver y dale.
El pollo coge su cámara de afotos, y me graba dando un nefasto golpe al driver, como era de esperar. Y otro. Y otro.
- Vale Barri, vale. Mira lo que haces... (y aquí me enseña los vídeos diciéndome lo que a cámara lenta es evidente y no se pué ver endenormal: en definitiva, que venía por fuera, y porqué). Vamos a empezar a corregirlo... sube y para... vale... mira, trata de coger ésta sensación (y mientras yo sujetaba el driver, el empieza a moverlo con el movimiento que debo hacer).
- Macho, no me jodas... no me digas que también tengo que cambiar ésto cuando pego los hierros... no me lo digas, porfi, porfi...
(Y ahora viene cuando empieza a hundirme en la miseria):
- No, si el suin que tienes con los hierros está bien... está muy bien. De hecho ese es el suin que enseñamos a los super-senior...
-
- ... y a las señoras.
-
... ¡anda no me jodas! ¡Hideputa, tu estás jodido porque te gané nueve hoyos, cabronazo, y te estás desquitando! ¡Qué guardada te la tenías, ladrón !
- No, en serio... El suin con los hierros que tienes ahora está bien para jugar decentemente, pero en un futuro próximo te limitará. Ahora estás contento porque ves que tienes el objetivo de cumplir tu jandicarl muy cerca, y te está costando poco... pero o cambiamos ahora o te va a costar más después...
- ¡ &%/&"#@ ! ¡¡¡ %&$·"#@#@@### !!!
- Mira, puedes seguir así, y en no mucho tiempo estarás en 18 de handicap... y entonces vendrás y me dirás: 'Oye, pollo, que me he estancao y no bajo ni patrás'. Entonces te diré que hay que cambiar el ataque a la bola, el ángulo al bajar y me dirás que una mierda, que no te vas a poner a dar rabazos a esas alturas.... Así que tú mismo, o vuelves ahora que estás empezando unos días a dar rabazos como hace un mes, o sigues jugando más o menos decentemente y te quedarás frito en 20 de handi... O te esperas un año y te lo cambio entonces, cosa que te fastidiará bastante.
-
Sea, empecemos con la tecnificación...
Y tras una sesión iniciática en el proceloso mundo de los andares del cangrejo me fui a casa, cabizmundo y meditabajo, aguantando la pesada carga que supone saber que tienes que volver a empezar. Y me acordé de Chanquete y José Luis Garci.
Y el que me pille en un match ahora me va a meter la del pulpo...
Hermanas, hermanos, vuelvo a nacer... la primera de unas cuantas veces más, me temo.
