Pues ayer viví mi segundo momento de gloria (después de mi afortunado hoyo en uno

) desde que empecé a darle al palito y las bolas allá por el mes de Enero. Mi primer birdie en un par 5 y también el primero en un campo digamos "de los de verdad".
Club de campo de Córdoba hoyo 8, 497m. Buena salida de drive, no muy largo (unos 200-210m) pero en todo el centro de la calle. La calle tiene una pendiente considerable hacia arriba y ademas hace un pequeño giro a la izqda a los 150m metros del green, así que dudo entre pegar una madera o jugar algo más corto y quedarme justo antes del giro. Al final tomo la opción conservadora y pego un hierro 5, que me deja la bola justo donde quería (q ya es raro

).
Me faltan otros 150m (algo más) y encima el green está bastante elevado. Lo normal hubiera sido jugar a quedarme corto de green, pero animado por los 2 buenos golpes consecutivos pienso "yo creo que si le meto bien con el híbrido la dejo en green". Y allí que va el tío, jeje. La golpeo y desde el impacto tengo buenas vibraciones, vuelo de la bola precioso, alto y recto como no recuerdo uno igual hasta ese... hasta que veo botar la bola en medio del green
Y para el green que me voy con una sonrisa de oreja a oreja y las felicitaciones de mi compi de juego (el hombre ni se debía creer el golpazo que me había salido después de haberme visto jugar en los 7 hoyos anteriores...). La bola había quedado a unos 6-7 metros de hoyo, pero en la plataforma superior del green, mientras que la bandera estaba en la inferior. Total que tenía un putt bastante chunguillo, con 3-4m hasta el cambio de plataforma y el resto hasta el hoyo, con un poco de caída a derecha. Me concentro en tocarla lo más suave posible para que la bola llegue prácticamente muerta al cambio de plataforma, pero sin ni siquiera imaginarme el embocar. Haciendo 2 putts y el par ya era el tío más feliz del mundo.
Total que le doy todavía más suave de lo que tenía en mente y al principio parece que no va a llegar... pero llorando llega al borde de la plataforma, empieza a bajar... coger velocidad... y en todo el centro del hoyo!!! BIRDIIIIIEEEEE. Momento de felicidad brutal y motivación para seguir echándole horas a esto

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P.D.: Para no coger tampoco más moral de la conveniente, en el hoyo siguiente volví a perder la bola en la salida... El Dios del golf es sabio
