Un grado bajo cero al llegar al campo, la hierba se oía cómo se rompía al pisarla... así que pensé que se suspendería, sobre todo cuando ví llegar al green-keeper de inspeccionar los grenes. Pues nada, como decía Joaquín Prat... ¡a jugar!, y para colmo saliendo del hoyo 15. Una cuantas bolitas en la cancha y el cuerpo no gira, las manos no pueden agarrar el palo. Me acordaba del título de un hilo que hablaba de calentar las manos y pensé que debería haberlo abierto para ver si daba consejos para estos casos, pero ya no era el momento. Cuatro barbaridades al compañero... y hacer lo que se pueda, al fin y al cabo era a parejas y llevaba en mi equipo a un pirata más famoso que el de Espronceda.
En el primer hoyo birdie. En el segundo casi, pero un gran par. En el tercero, se falla el eagle, pero entra el birdie. El problema es que no era el pirata, era el que se llevaba quejando desde el día antes. A partir del quinto hoyo al frío se sumó un huracán. Hierro seis bien tocado para un green a cien metros y quedarse corto alguien que le pega más que el delegado andaluz es un ejemplo de lo que soplaba junto al Guadiana. Ganas otra vez de irse para casa. Primera raya en la tarjeta y poco a poco nos vamos dejando la renta de los primeros hoyos.
Contando los hoyos que faltaban como pocas veces: buen juego, malos resultados y frío, mucho frío... En un torneo de parejas y ambos equipos con -1 a falta de un hoyo decidimos jugarnos la cerveza, ya no quedaba otra opción. Al final empate con -2 y cada uno paga su birra. No obstante, nuestros queridos Juanchigo y Elcapi nos dejan claro que nos han ganado por tener una media de hándicap más baja. Los felicitamos y a caminar para la casa club.
Cuando entregamos las tarjetas, pensando que con tantos británicos jugando y muchos buenos conocedores del campo habría resultados más bajos, nos dicen que son las dos únicas del día que han bajado del par del campo. Felicitamos a los ganadores.... y se nos informa que la reglamentación del torneo decide el ganador de acuerdo a la mejor última vuelta. ¡Campeones! Eso sí que es una sorpresa. Lo que sí era previsible es que hoy estoy a base de Ibuprofeno en cantidades industriales.

Los papelitos que se ven son vales para canjear en el pro-shop del club.