En su momento me hizo bien poca gracia. A posteriori queda como una anécdota graciosa.
Hoyo 10 de Guadalmina Sur. Par cuatro con el green situado en la misma playa. A 110 metros del green, una carretera pública que da acceso a las casas de la playa cruza todo el hoyo en perpendicular a la calle del mismo. A efectos del juego, la carretera es una obstrucción.
Sábado a las 12 de la mañana. Competición en el campo Sur y gran día de playa. Señora que no encuentra aparcamiento observa como el tramo de carretera que cruza el hoyo 10 no tiene ningún coche aparcado. Conclusión: ha encontrado un magnífico aparcamiento a escasos 150 metros de la playa. Aparca su coche cómodamente y se va a la playa.
Inmediatamente después se empiezan a acumular partidas en el tee del 10, y es que una partida que está jugando el hoyo se ha encontrado el vehículo allí en medio en su línea de juego y no saben como tienen que actuar.
Magnífico ejemplo de obstrucción temporal inamovible con derecho a alivio por intervención en línea con el agujero. Inamovible era, que fueron varios los métodos que intentamos para mover el coche. Temporal también, pues duró lo que tardó la grúa en llegar y llevarse el coche, que aparte de al juego, entorpecía la circulación por esa carretera (gracias a Dios).
Curiosamente, en todo el tiempo que estuvo el coche allí aparcado (más o menos una hora), ningún jugador impactó al coche con su bola. Aunque una bola sí que impactó el coche de policía que esperaba con nosotros a la grúa, aparcado al inicio de la calle fuera de los límites del campo, de suerte que el rebote de la bola en el coche la llevó dentro de límites.