La mayoría de las veces la razón de éste problema no es otra que, como intuye iogurt, el plano del swing. Al pegar un driver estamos bastante "sentados" todos en el stance porque sino no hay manera de darle a la bola. Ese mismo plano de swing, cuando se intenta trasladar a los hierros cortos provoca que, al ser un golpe más vertical, muchos jugadores se echen encima de la bola con el cuerpo en vez de dejar espacio entre el cuerpo y la bola para que el palo pase por ahí. La consecuencia de esa falta de espacio es que el palo entra de fuera a dentro y da lugar a sockets, sapos y demás golpes que evidentemente no ayudan en nada a nuestra ya de por sí frágil autoestima
Pegar bolas topadas (que no se levantan) suele ser provocado por levantarse durante el backswing, levantarse antes de tiempo a la hora de golpear la bola a mirarla o quedarse claramente atrás cuando golpeas la bola, con lo que la alcanza cuando el palo está subiendo en el arco y le pega en la parte superior.
El golf es un nunca acabar, pero ni para nosotros ni para los pros. Siempre hay algo que corregir.