¿Has experimentado alguna vez la sensación de haber impactado la bola con la punta del palo con una madera y a continuación verla desaparecer por encima de las estacas blancas a la izquierda de la calle? Si es que sí, has sido víctima del efecto engrane!

Si se impacta la bola en un sitio que no sea justo en el punto dulce del palo, se produce una torsión de la cabeza del palo tanto en el plano horizontal como el vertical. En el plano horizontal si se impacta la bola hacia la punta del palo se produce una apertura de la cabeza del palo en el sentido de las agujas del reloj. Si el impacto se produce hacia el talón del palo, la cabeza se cierra en el sentido contrario a las agujas del reloj.

En el plano vertical si el impacto se produce por debajo del punto dulce, la parte superior de la cabeza “envuelve” la bola y si se reduce el loft del palo. Si el impacto se produce por encima del punto dulce se aumenta el loft del palo.

En un principio la apertura de la cabeza del palo que se produce con un impacto hacia la punta debería ayudar a enviar la bola a la derecha y además se produciría un efecto de “fade” o de “slice”. Al contrario, un golpe hacia el talón del palo cierra la cara y enviaría la bola a la izquierda con, además, un efecto de “draw” o de “hook”. Con los hierros este es el caso.

Sin embargo, el diseño de las maderas con su centro de gravedad relativamente más lejos de la cara del palo que con un hierro, hace que se produzca un efecto en grana al impactar la bola hacia la punta o el talón. Este efecto en grana acaba impartiendo un efecto contrario al esperado por haber impactado la cabeza hacia la punta o el talón. Entonces se produce un efecto a la izquierda con un impacto hacia la punta y un efecto a la derecha con un impacto hacia el talón que supera el efecto provocado por un impacto no centrado.

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Este efecto explica un vuelo de la bola aparentemente contradictorio a los números medidos por un aparato como Trackman. En este artículo: http://blog.trackman.dk/?p=369 escrito en el blog de la empresa se habla precisamente de este tema utilizando David Howell como ejemplo. Sus números de “club path” y su relación con el ángulo de la cara del palo indicaban que la bola debería haber hecho un ligero draw que habría acabado a la izquierda del objetivo, sin embargo, por haberle dado hacia el talón del palo la bola acabó haciendo un ligero fade.

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A continuación, una bola que debería haber hecho un poco de fade por los números de la cara y la línea de la cabeza del palo, acabó yendo a la izquierda por haber impactado hacia la punta del palo.

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Conviene tener muy presente este fenómeno, sobre todo, con las maderas, a la hora de interpretar el vuelo de la bola.


@ James Marshall

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